La justicia ha anulado los cambios urbanísticos de Clínica Girona, el hospital de confianza del expresident fugado Carles Puigdemont y a cuya nueva sede el expresident dio el visto bueno cuando era alcalde de la capital provincial. La justicia ha tumbado las modificaciones de planeamiento que aprobó el gobierno municipal del prófugo cuando éste primer edil de Girona con CiU.
Lo detallan fuentes del sector sanitario después de que Diari de Girona avanzara que el juzgado número 3 de Girona ha anulado la reparcelación urbanística previa que permitió que Clínica Girona estrenara sede de 36.000 metros cuadrados en la carretera de Barcelona de la ciudad. El caso, impulsado por el abogado Eduard de Ribot, recalará ahora en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que podría anular todo el planeamiento, dejando la Clínica en la ilegalidad.
Lo aprobó Carles Puigdemont
Desde el sector sanitario se da una lectura "100% política" a la operación urbanística cuestionada por la justicia. "Los cambios urbanísticos los aprobó el equipo de Carles Puigdemont cuando éste era alcalde de Girona. Fue en 2014", recuerdan.
"Si bien Marta Madrenas heredó la alcaldía en 2016 y asumió el proyecto privado --Clínica Girona estrenaría su nueva sede en 2022, con cuatro años de retraso--, la responsabilidad del gazapo es del antiguo equipo de Puigdemont con CiU".
La CUP se opuso y ahora gobierna
Paradójicamente, el plan urbanístico aprobado en junio de 2014 contó con el voto contrario de CUP e ICV. Pese a que el Puigdemont alcalde lo vio "una operación de ciudad", anticapitalistas y rojiverdes se opusieron al mismo. La justicia, ahora, les ha dado la razón.
Ello es particularmente importante, recuerdan desde el sector sanitario, porque el actual alcalde de la ciudad es Lluc Salellas, de Guanyem Girona, una marca blanca de la CUP. Salellas rige la urbe en pacto de ciudad con Junts y con ERC.
Era el 'hospital de confianza' de Puigdemont
Más inquietante si cabe, desde el sector sanitario recuerdan que Clínica Girona tiene una larga historia de concomitancia con CiU, ahora Junts. Directivos de la industria subrayan que el Puigdemont alcalde "era amigo íntimo de Emili Ayats, director del Instituto Oftalmológico Clínica Girona", situado en la segunda planta del polémico hospital.
De hecho, cuando Ayats murió en octubre de 2022, el expresident lo recordó en un tuit enviado desde su cuenta oficial. Antes, el malogrado oftalmólogo --que fue vicepresidente del Colegio de Médicos de Girona entre 2010 y 2014-- se había presentado a las listas de Junts per Catalunya en 2017.
Clínica Girona, muleta de la red pública
Desde la industria sanitaria también enfatizan que la familia Solà, propietaria de Clínica Girona "cultivó buenas relaciones con las administraciones convergentes en el pasado". De hecho, el propio Puigdemont hizo una cerrada defensa del negocio cuando se aprobó el controvertido traslado del centro a su ubicación actual en 2014.
En paralelo, el dispositivo que dirige Carles Espígol como gerente ha captado derivaciones del sistema público para enjugar la lista de espera sanitaria. Ya gestiona diálisis, explican fuentes conocedoras, y también ha atraído algunas intervenciones de cirugía mayor ambulatoria (CMA), la más rentable para los centros privados, pues no requiere de ingreso del paciente.