Desafío al BCE: la banca destina 9.800 millones de exceso de capital a recomprar acciones
En menos de dos años, Santander, BBVA, Caixabank y Banco Sabadell han invertido cerca de un 7,5% de su capitalización conjunta en autocartera para complementar el dividendo, frente a las advertencias del regulador sobre solvencia
18 septiembre, 2023 23:36Noticias relacionadas
Las grandes entidades financieras españolas acumulan dos años con una intensa actividad en lo que se refiere a la recompra de acciones, con vistas a destinar parte del exceso de capital que acumulan en remunerar a los accionistas. Desde que comenzaron a poner en marcha estas operaciones, Santander, BBVA, Caixabank y Banco Sabadell suman casi 9.800 millones de euros de inversión en títulos propios.
La cifra equivale al 7,5% de la actual capitalización agregada de estos cuatro bancos, que han sido los que han optado por esta fórmula que, en el caso de los dos primeros, se ha convertido ya en parte de su política de dividendos.
Los recelos del BCE
Naturalmente, en todos los casos se trata de maniobras autorizadas por el Banco Central Europeo (BCE), aunque esta línea no es precisamente la que el regulador considera que deberían seguir las entidades que se encuentran bajo su supervisión.
Desde la llegada de la pandemia, el organismo que preside Christine Lagarde ha sido especialmente insistente en alertar sobre los riesgos derivados de la crisis provocada por el Covid-19 y sus posibles efectos en la morosidad, que también cuenta con la intensa subida de los tipos de interés como otro factor que le podría afectar de forma considerable.
De ahí que el BCE haya emitido numerosas recomendaciones y llamamientos a los bancos de la zona euro para que refuercen sus indicadores de solvencia ante una eventual alza de la mora que, al menos por ahora, no se deja sentir en los balances de las entidades que operan en España.
Lo que sí se ha reflejado ha sido un exceso de liquidez que, ante la falta de oportunidades a la hora de realizar operaciones corporativas, el sector ha optado mayoritariamente por dar salida a través de recompras y posterior amortización de acciones, como forma de complemento de los dividendos.
Rompen el fuego
Santander fue el encargado de romper el fuego en 2021, con un primer programa de 865 millones, al que no tardó en responder BBVA, que además acababa de realizar la venta de su negocio en EEUU, por un montante próximo a los 9.000 millones de euros.
En su caso, la entidad que preside Carlos Torres aprobó un programa marco a medio plazo de un máximo de 3.500 millones de euros, del que terminó por ejecutar algo más de 3.150 millones.
Posteriormente, ha aprobado dos nuevas recompras, una de ellas aún por iniciar, que totalizan cerca de 1.500 millones más.
Una de las recompras más voluminosas fue la anunciada por Caixabank en mayo del pasado año, cuando dio a conocer los detalles de su plan estratégico a tres años. Un total de 1.800 millones de euros, que adquirió durante los siguientes siete meses.
El último en sumarse
La operación dejó buen sabor de boca en la entidad, como prueba el hecho de que en julio, en paralelo con la presentación de resultados semestrales, Caixabank anunció una nueva recompra, que ha activado este lunes tras lograr las pertinentes autorizaciones, aunque notablemente más reducida, en total 500 millones.
Banco Sabadell ha sido el último en sumarse a esta tendencia, con un programa de algo más de 200 millones de euros, que se encuentra en plena fase de ejecución.
Precios atractivos
Los bancos han diseñado estas recompras de forma que su ratio de solvencia se mantenga por encima de los objetivos que se han marcado en cada caso y mantengan un colchón holgado en relación con los requisitos mínimos del BCE.
En términos generales, las acciones del sector cotizan con notables descuentos respecto al valor en libros, aun bajo los efectos de la larga temporada de tipos de interés en mínimos históricos. Aunque buena parte de las entidades ya han sido capaces de recuperar el coste del capital, los precios en bolsa siguen siendo atractivos.
También influye el hecho de que las oportunidades para llevar a cabo operaciones de crecimiento inorgánico brillan por su ausencia. Los últimos rumores, desatados a raíz de los problemas de Unicaja Banco tras la fusión con Liberbank, se han diluido; la mayor parte de los principales actores del sector dan por concluido el proceso de consolidación en España.