Verano histórico para los hoteleros barceloneses. No han logrado batir el récord de ocupación de 2019, aunque se han acercado. Pero sí el de los precios, lo que significa que cerrarán el año facturando más que nunca.
Lo ha asegurado esta mañana Jordi Clos, presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, que ha detallado que en los meses de julio y agosto los establecimientos de la ciudad han registrado una ocupación del 88%, un punto por encima de la del año pasado y dos por debajo de la de 2019.
Precios más altos que nunca
Sin embargo, los precios se han incrementado significativamente en los últimos cuatro años, desde los 150 euros de media que costaba una noche en 2019 hasta los 186 actuales. Una subida del 24%, en la línea del resto del "top diez" de ciudades turísticas europeas, donde han crecido entre un 20 y un 30%.
El resto de destinos han tenido más dificultades para elevar las tarifas en paralelo al incremento de costes, ha afirmado Clos. Uno de los factores que ha permitido este encarecimiento en Barcelona es la mayor oferta de turismo de negocios y congresos, un segmento que el gremio considera estratégico y que se debe reforzar para mejorar la calidad del visitante.
Turismo de congresos
"El MICE [turismo de reuniones, incentivos, congresos y exposiciones] es un sector de futuro en el que tenemos que apostar cada vez más", ha subrayado Clos. Una prioridad clave en un momento en el que se debate cómo mejorar la calidad del turismo.
El empresario hotelero ha recordado que a partir de este otoño llegarán a Barcelona los 20.000 visitantes de la Smart City Expo, los del CPHI (40.000), ISE (80.000), Mobile (88.000), Seafood (30.000) o McDonald's (15.000), que saldrá por primera vez de EEUU.