Nueva inyección a Boí-Taüll para asegurar la nieve de la temporada
La estación de esquí controlada por la Generalitat abrirá sus puertas a finales de noviembre
10 septiembre, 2023 23:30Noticias relacionadas
El Govern ha inyectado 1,8 millones de euros en la estación de esquí de Boí-Taüll, propiedad de la sociedad Actius de Muntanya y gestionada por la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat de Cataluña (FGC). El principal objetivo de esta aportación es contar con suficiente nieve para la próxima temporada. La de Boí-Taüll es una de las seis instalaciones alpinas controladas por FGC junto a La Molina, Espot, Port Ainé, Vall de Núria y Valler 2000.
Un portavoz de Actius de Muntanya ha detallado que se trata del desembolso anual previsto en el plan de transitoriedad de la estación. Esta estrategia, aprobada en 2020, incluye un programa de inversiones con el fin de dinamizar la infraestructura de la Alta Ribargorça y revertir sus pérdidas. Este plan cuenta con una dotación superior a los 25 millones y se ejecutará a lo largo de diez temporadas, entre 2020/2021 y 2030/2031.
Gestión accidentada
Cuando el resort pasó a manos públicas en 2014, su explotación se cedió a la empresa privada Promocions Turístiques de la Vall, filial de la promotora Nozar, que antes del rescate ya explotaba el complejo. Pero esta renunció unilateralmente al contrato cuatro años más tarde.
En 2020, la gestión directa pasó a FGC previa transmisión gratuita de la participación de Avançsa al operador público de ferrocarriles. Se trató del mismo año en que el Covid obligó a cerrar las pistas y sumió la estación en una nueva crisis.
En los ejercicios de 2021 y 2022, Boí-Taüll cosechó unas pérdidas superiores a los tres millones que forzaron una reducción de capital a cargo del presupuesto. Esta reducción de los fondos sociales también se ejecutó en otros activos de invierno de la Generalitat para equilibrar las cuentas.
Adaptación climática
Desde Actius de Muntanya se detalla que este 2023 "muchas de las inversiones van destinadas a la mejora de la producción de nieve". No tanto por la alta de temperaturas, sino por la eventualidad de las precipitaciones. "Hay periodos en que no hay precipitación, como está pasando este verano. El hecho de producir nieve con el agua embalsamada en las bases nos permite tener las pistas con una mínima cantidad de nieve que permita el esquí", explica este interlocutor.
"El clima está cambiando y no es tan uniforme como en años anteriores", abunda. Si bien es cierto que la cota superior a los 2.000 metros del complejo facilita algo más esta adaptación climática en comparación con otras estaciones del Pirineo.
Próxima temporada
Boí-Taüll abrirá sus puertas el último fin de semana de noviembre o el primero de diciembre, "cuando la nieve lo permita y la temperatura, también". La temporada se extenderá hasta la Semana Santa de 2024 a finales de marzo. Se prevé que el complejo emplee de forma directa a cerca de 350 personas, entre el personal básico, unas 100 personas, el equipo de restauración, 80, y el resto de profesionales que trabajan sobre el terreno como los monitores y vigilantes.
Las seis estaciones de montaña de Ferrocarrils cerraron el período del 24 de diciembre de 2022 hasta el 8 de enero de 2023 con 151.666 visitantes, un 13,4% menos que el año anterior.