Cataluña alcanzó este junio las 84.882 instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, que producen 718 megavatios (MW) de energía. Se trata de una cifra importante en una comunidad que no destaca por la penetración de fuentes renovables de energía.
Para hacerse una idea del crecimiento experimentado en los últimos años basta mencionar que en 2018 apenas se desplegaron 101 instalaciones de este tipo en Cataluña.
Crecimiento exponencial
De aquella modesta cifra se pasó a las 1.970 de 2019, a las 5.996 implantadas en 2020, a un total de 12.730 instalaciones en 2021, a 39.067 en 2022 y en solo la primera mitad de este año se han registrado otras 25.018. Este auge ya se detectó en 2022.
Las placas solares han proliferado por casas y edificios de Cataluña a un ritmo de crecimiento de tres dígitos, duplicando e incluso triplicando volúmenes cada año, según datos de la Consejería de Acción Climática.
Equivalente a dos ciclos de gas
El autoconsumo consiste en la producción de electricidad para el consumo propio y se hace principalmente mediante instalaciones de energía fotovoltaica que transforman la radiación solar en electricidad.
Las instalaciones de este tipo pueden ser individuales o colectivas, como las de un polideportivo o en un edificio público, por ejemplo. Actualmente, la potencia de autogeneración en Cataluña ya equivale a dos ciclos combinados de gas natural.