Santander no prevé retomar la remuneración de los depósitos por parte de la gran banca española y, además, tampoco espera un cambio de escenario a muy corto plazo para esta posibilidad pese a las intensas alzas experimentadas por los tipos de interés en la zona euro en los últimos doce meses.
"En España tenemos un escenario de exceso de liquidez, con cerca de 300.000 millones de euros en depósitos", ha señalado este miércoles el consejero delegado del grupo, Héctor Grisi.
Más repreciación de préstamos
Durante la conferencia con analistas para presentar los resultados del banco correspondientes a los seis primeros meses del año, el director financiero, José García Cantera, ha precisado que la entidad no detecta presiones en el negocio minorista que lleven a Santander a modificar su estrategia en este punto.
Las estimaciones del banco apuntan a que las repreciaciones de los préstamos se prolongarán durante los próximos trimestres, incluso en el hipotético escenario de un euríbor plano. Pero, incluso en este escenario, la captación de depósitos se mantiene a un ritmo adecuado.
España, entre los más beneficiados
Santander prevé que esta situación se prolongue, al menos, hasta el primer semestre de 2024. "Hasta entonces, no vemos un escenario de remuneración de depósitos en la zona euro".
La entidad ha trasladado a los analistas que España figura entre los mercados en los que más beneficios ha habido como consecuencia de la subida de tipos.
Beneficio trimestral histórico
"Esperamos un incremento de dos dígitos en el margen de intereses para 2023 y que el sistema siga muy líquido, con lo que no esperamos demasiados cambios en la remuneración del pasivo en los próximos trimestres", ha explicado Grisi.
El consejero delegado, que cumplirá su séptimo mes en el cargo, ha destacado que Santander logró entre abril y junio el beneficio trimestral más elevado de su historia, con 2.670 millones de euros, un 14% más que en el comparable del pasado año.
Sin viento de cara
Grisi ha asegurado que Santander será capaz de generar, de forma orgánica, una media de 10 puntos de capital por trimestre, incluso con la nueva política de dividendos, que fue revisada al alza recientemente por el consejo de administración.
El ejecutivo no prevé factores adversos en exceso para que la entidad cumpla con el objetivo de cerrar 2023 con una ratio de solvencia por encima del 12%.
En este campo se incluyen los elementos regulatorios, especialmente la aprobación de Basilea III, que podría suponer un impacto negativo de entre 40 y 60 puntos básicos de capital, en el caso de que la normativa finalmente aprobada coincida con los planteamientos que actualmente se debaten.