UGT de Cataluña se ha desmarcado del acuerdo alcanzado entre CCOO y las patronales Pimec y Foment para mejorar el convenio de oficinas y despachos firmado en los últimos días, aduciendo el "poco impacto" que, en su opinión, tendrán los aumentos de salario pactados.

Según UGT, el nuevo convenio apunta que los incrementos pactados puedan ser compensados y absorbidos cuando se superen los 28.145 euros brutos anuales en 2022, los 29.270 euros en 2023 y los 30.148 euros en 2024.

Críticas

El sindicato liderado por Camil Ros sostiene en un comunicado que este hecho "comportará que los incrementos pactados no tengan repercusión para cerca del 70%" de los trabajadores del sector, y los aumentos pactados son del 4% en 2022 y 2023 y del 3% para 2024.

UGT justifica no firmar el acuerdo de mejora salarial aduciendo que "tiene una obligación moral, sobre todo tras las concentraciones realizadas" para que al menos el 50% de los trabajadores tuvieran aumentos.

Estudia tomar "acciones legales"

La organización, asimismo, expresa su sorpresa por "el posicionamiento del otro sindicato al no cumplir con el mandato" de los trabajadores, en una velada alusión a CCOO. Y valora, incluso, "tomar las acciones legales correspondientes".

CCOO y las dos patronales catalanas acordaron dichos incrementos salariales en los últimos días. Se trata de las cuotas de mejora pactadas en el ámbito nacional en el Acuerdo para la Ocupación y la Negociación Colectiva, puesto que la renovación de su homólogo autonómico, el Acuerdo Interprofesional de Cataluña, descarriló hace meses.

Además, el pacto incluía cláusulas de revisión salarial y la introducción de un mecanismo de compensación y absorción, así como fijar la cantidad mínima para gastos de teletrabajo, entre otras cuestiones.

El punto de vista de CCOO

El pasado enero, CCOO presentó un informe en que advirtió que la región tenía cerca de 240.000 empleados que no mejorarían su sueldo este 2022 debido a que sus convenios se hallaban en ultraactividad. Más de la mitad estaban cubiertos por el convenio de oficinas y despachos, una suerte de cajón de sastre que se aplica por defecto en multitud de casuísticas.

Según la versión de CCOO, la entente con Foment y Pimec era muy "positiva" porque "pone fin a una larga y complicada negociación iniciada hace 19 meses y que ha vivido diferentes movilizaciones por parte del sindicato".

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