El calor no disuade a los turistas. Los hoteles barceloneses tienen de media el 87% de sus habitaciones llenas, una ocupación notable y muy similar a la registrada la pasada Semana Santa, muy positiva para el sector, así como la de los últimos veranos comparables, los de 2022 y 2019.
Son datos del Gremi d'Hotels de Barcelona, que celebra la llegada de visitantes extranjeros atraídos por los eventos de negocios, deportivos o culturales. Es el caso de los congresos profesionales y conciertos, que dispararon la llegada de turistas en junio, aunque en julio y agosto este tipo de actividad suele descender y predominan los viajes vacacionales, lo que explica que los establecimientos de la ciudad no estén completamente llenos en estos meses.
Jordi Clos y Manel Casals, presidente y director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, respectivamente / VR - CG
Subida de tarifas
Además, la ocupación es ahora superior a la registrada a lo largo del año hasta mayo, periodo en el que se ha situado en un 79%. Una cifra que se queda medio punto por debajo que en el mismo periodo de 2019, a pesar de que los precios han subido 30 euros de media.
"Estamos satisfechos por los resultados que tenemos, pero también por la potencia que sigue mostrando la marca Barcelona", asegura Manel Casals, secretario general del gremio. "Especialmente si recordamos que, justo hace un año, nuestro sector estaba afectado por la pandemia y todavía faltaba un porcentaje no menor de hoteles que no estaban abiertos".
Imagen de una playa de Barcelona con el hotel W Barcelona en el horizonte / EFE
El turismo de negocios gana peso
"Más allá del verano, en 2023, 2024 y los años siguientes, nos encontramos con un segmento de reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones (MICE) que tendrá un protagonismo destacado y muy positivo para la ciudad", subraya.
En conjunto, el sector turístico está registrando buenas cifras en cuanto a volumen de visitantes, aunque no de récord como se esperaba. Los precios son superiores a los de años anteriores, pero los costes se han disparado por lo general a un ritmo más rápido.
Esta situación provoca que la facturación se haya elevado un 7,8% respecto a 2019, pero que la rentabilidad haya caído un 5,9%, según los últimos datos (hasta mayo) ofrecidos por Hostelería de España. Es uno de los retos que afronta el sector, por lo demás optimista con su recuperación tras el parón del Covid.