El empresariado catalán, valenciano, murciano y andaluz ha dicho "basta" contra los "incumplimientos y retrasos" del Corredor Mediterráneo. Los representantes económicos han plasmado su hastío por la tardanza de este proyecto ferroviario en un laberinto que desde este viernes hasta el domingo podrá visitarse en la plaza Universitat de Barcelona.
La instalación, de más de 140 metros cuadrados, puede visitarse desde las doce del mediodía hasta las 21.30 h, excepto el domingo, último día de la exhibición en la ciudad: en este caso cerrará a las dos del mediodía. La entrada es gratuita.
Un laberinto reivindicativo
La instalación, bautizada como El Laberinto de los Retrasos, es un laberinto real en 3D. Ya ha pasado por dos ciudades mediterráneas -Cartagena y Antequera-, ahora ha llegado a Barcelona y finalmente pasará por Alicante del 14 al 16 de julio.
A la inauguración en Barcelona han asistido representantes empresariales como Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, que ha asegurado que "la sociedad civil, económica y empresarial dicen basta" contra "los incumplimientos y retrasos" del Corredor Mediterráneo. En este sentido, ha exigido que estas faltas "se acaben de una vez por todas".
La mitad de las exportaciones, en juego
Llibre ha llamado a "buscar la complicidad de la Administración del Estado" y "el compromiso de todas las Administraciones" para poner fin a estos retrasos, que las "promesas sean cumplidas" y que así "se puedan unir Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía". "Es incomprensible que las cuatro comunidades que componen el 40% del PIB y el 50% de las exportaciones no estemos unidos a través del corredor ferroviario", ha lamentado el presidente de la patronal catalana.
Por ahora, ya han visitado esta instalación en las distintas ciudades del recorrido Fernando López Miras, presidente de Murcia, Javier González de Lara, presidente de la CEA, José María Albarracín, presidente de CROEM, Noelia Arroyo, alcaldesa de Cartagena y Manuel Barón, alcalde de Antequera, además de los principales representantes empresariales de cada localidad, que reclaman que esta infraestructura es crucial para la economía mediterránea pero también para la del conjunto de España por lo que comportaría su conexión con Europa.