La nueva ley de vivienda española ya empieza a mostrar sus primeros efectos en el mercado inmobiliario de ciudades con problemas de acceso a la vivienda como Madrid o Barcelona. Algunos de ellos son un incremento de los pisos vacíos y de servicios de protección contra okupas o un mazazo definitivo a las grandes promociones de obra nueva build to rent. Así han reaccionado los propietarios ante la desprotección que sienten con el nuevo marco legal, según apuntan fuentes del sector y de la seguridad.
"La ley de vivienda es electoralista y reducirá la construcción y las inversiones", apuntan desde una importante cartera de inversiones. "Los inversores quieren un 8% de rentabilidad en proyectos público-privados, y en las promociones privadas más, pero con estos topes al alquiler es difícil", subrayan. No lo será, en cambio, en otros mercados europeos, de modo que se teme una contracción de la inversión, la construcción y la oferta de viviendas en nuestro país.
Adiós al 'build to rent'
Las mismas voces prevén que el tope a los precios de renta frenará todavía más los proyectos de build to rent (B2R), edificios nuevos que se construyen para destinar los pisos directamente al alquiler. Recuerdan que esto se añade a otros factores como las okupaciones o la inseguridad jurídica, que ya ha provocado una retirada de algunas carteras del B2R barcelonés, circunstancia que esperan que se agrave con la nueva normativa.
En el ámbito de los portales inmobiliarios, la legislación también crea preocupación por esta cuestión. "El build to rent será menos rentable, se harán menos promociones porque el encarecimiento del alquiler quedará por debajo del IPC", subrayan desde una compañía del sector. "Hace que te lo pienses más antes de invertir y que inviertas, en vez de en B2R, en alquiler tradicional o directamente salgas del mercado", alertan.
Caerá la oferta de pisos
Las mismas fuentes detallan que la "desprotección" se produce "sobre todo para los pequeños propietarios". Inciden en que "Barcelona no es ciudad de grandes tenedores" y en que "los grandes pueden adaptarse a estos cambios jurídicamente y con seguridad", por lo que "a quienes más perjudica es a los pequeños que tienen uno o dos pisos en alquiler y se sienten indefensos, entonces puede que dejen de alquilar".
Desde Seguro Contra Okupas indican que se ha disparado la demanda de seguridad para viviendas que han sido retiradas del mercado del alquiler. "Hemos tenido un boom, mucha gente lo que está haciendo es vender sus viviendas", señala su director, Daniel Avilés, que añade que en otros casos los pisos se han quedado vacíos a la espera de que los propietarios decidan su nuevo destino, que puede ser el mercado de compraventa u otras opciones.
Pisos vacíos... y acorazados
"La nueva ley nos favorece, por desgracia, porque la incertidumbre en el mercado es impresionante", asegura Avilés. "Mucha gente que antes se dedicaba a invertir en el sector inmobiliario ya no quiere invertir y se va a otros países", lamenta, y añade que "ahora está todo en shock, parado. Si la gente iba a comprar o invertir, han parado".
El empresario explica que normalmente las viviendas que se destinan a la compraventa se quedan vacías durante unos meses. En muchos casos se instalan alarmas, pero como en numerosas ocasiones tienen una permanencia de un año, muchos propietarios optan por una garantía contra okupas, que incluye servicios jurídicos y de desokupación en caso de que la casa sea allanada con un límite temporal más flexible.
En algunos casos, estos clientes equipan su inmueble con una garantía de un par de meses y, en otros casos, ante la incertidumbre sobre cuánto tiempo estará la vivienda vacía, contratan una garantía contra okupas con alarma para todo el año. En cualquier caso, Avilés detecta en los propietarios "miedo" a que puedan "entrar okupas" y, en consecuencia, "no se fían de alquilar" por un posible impago. "El famoso inquiokupa se ha disparado", recuerda.