La escasez en el suministro global de microchips y semiconductores a causa de la pandemia, seguida de la guerra de Ucrania, ha causado estragos en diferentes industrias, también en la de los drones.
Al tratarse de componentes necesarios para todo tipo de productos tecnológicos, su desabastecimiento conllevó importantes caídas de producción y cierre de factorías en todo el mundo.
Se suaviza la crisis
Ahora, se van cumpliendo las previsiones de los expertos, que situaban el alivio de la falta de microchips entre 2022 y 2023. Y es que, si bien se evidencia una cierta tensión en el stock de estos vehículos no tripulados, hay empresas que aseguran estar cumpliendo sus objetivos.
Según explican diferentes directivos del sector de la electrónica a Crónica Global, la guerra entre Ucrania y Rusia acapara mucha de la demanda de drones, ya que ambos bandos usan el dron como arma de conflicto.
Demanda en el frente
Es el caso de DJI, uno de los fabricantes líderes a nivel mundial que, a día de hoy, absorbe la alta demanda de la guerra, lo que acaba salpicando a otras empresas.
Por ejemplo, Drone Sevilla que, según su gestor aeronáutico y de operaciones, Eduardo Carrasco, ha sufrido una fuerte caída de vehículos no tripulados en su stock, porque “DJI ha limitado la venta de este tipo de equipos para destinarlos al frente”. No obstante, la actividad sigue fluyendo para otros productores.
Actividades prioritarias
Nicolás Barrera, fundador de Cenital Drone, cuenta a este medio que compró el último dron a finales de 2022 sin ningún inconveniente, ni siquiera en los plazos de entrega. “Un compañero acaba de comprar uno y se lo han servido en tres semanas”, añade.
También Vicenç Guillén, CEO de Mars Intelligence, reconoce no tener demasiada incidencia a la hora de adquirir nuevas unidades. “Al ser distribuidores del 95% de drones de DJI en España, tenemos ventaja”. Además, matiza, “nos dotan de drones porque no somos un cliente de consumo audiovisual o de hobby, sino specific enterprise para policías, bomberos, etcétera, lo que da cierta prioridad”.
Nicholas Zylberglajt, consejero delegado de Unmanned Life, apunta que su empresa tampoco se ha visto especialmente afectada por las turbulencias del sector. "Utilizamos drones bastante costosos e industriales por los casos de uso que desplegamos". "Sí que hemos notado escasez durante la pandemia debido a la escasez de chips, pero se ha ido solventando", concluye.