Es la guerra secreta de los comunes contra la Copa América de vela, que se celebrará en Barcelona en 2024. El partido de la alcaldesa Ada Colau maniobra calladamente contra la carrera de regatas que proyectará la Ciudad Condal al mundo tras haberla financiado con 10 millones de euros desde el ayuntamiento.
Lo explican fuentes de la organización, que recuerdan que el rapapolvo vecinal que recibieron en el barrio de la Barceloneta anteayer "quizá no fue tan espontáneo". Consignan que hay malestar vecinal en la zona pescadora por muchas causas, pero lamentan que los comunes utilicen este hastío de ariete contra la Copa América, "que se celebrará junto al barrio sólo durante 60 días" el próximo año.
Reunión de Rabassa (BComú) con los suyos
Para argumentarlo, citan dos hechos factuales. Por un lado, la reunión que el concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, del mismo partido que Colau, BComú, mantuvo con "las asociaciones vecinales un par de semanas atrás". El cónclave estaba diseñado para "disipar dudas y tranquilizar a los residentes, pero Rabassa quiso que fuera un paseo triunfal de los comunes".
El edil de BComú no invitó a representantes del PSC en el barrio, pese a que los dos partidos aún comparten gobierno municipal. Eso sí, extendió la invitación a otras entidades del distrito, como la Xarxa Veïnal del Raval, una asociación vecinal satélite de los comunes. La presencia de activistas de fuera de la Barceloneta incendió al barrio. "Invitaron a los suyos de otros barrios pero no al PSC ni a otras entidades de la zona", destacan.
El concejal "no sabe nada"
Hubo más. Durante aquel primer cónclave a puerta cerrada, el edil evitó contestar la mayoría de preguntas. O respondió un no lo sé. Se desmarcó de la organización de la Copa América, pese a que el Ayuntamiento de Barcelona colabora en su montaje por medio de la multipartita Fundació Barcelona Capital Nàutica (BCN). Y a pesar de que ha inyectado 10 millones de euros en su organización.
Pese a cooperar para celebrarla y pagar parte de la misma, Rabassa, miembro de la comisión de gobierno, "se hizo el sueco, como si desconociera todo lo relacionado con la prueba". Ante ello, los presentes exigieron una segunda reunión con los representantes del Emirates Team New Zealand, organizador y defensor del título, la BCN y el Puerto para que pudieran responder a sus preocupaciones.
Dos reuniones más
Hubo, de hecho, dos reuniones privadas más. Una entre líderes vecinales y la Fundación BCN por "iniciativa propia" de la entidad colaboradora del trofeo que dirige Ignasi Armengol. Armengol "no tenía por qué hacerlo, pero recibió a los vecinos y se explayó con explicaciones de todo tipo sobre cómo discurrirá la prueba y sus consecuencias".
Fue antes de una tercera reunión, más formal, que convocó el distrito porque el encuentro anterior con Rabassa "no había esclarecido casi nada". Inicialmente, el contacto tenía que ser privado con las asociaciones, pero corrió la voz, se amplió el quórum y, según denuncian fuentes conocedoras, hubo infiltración de los comunes.
"Les dieron un argumentario"
Fue el jueves en el Centro Cívico Barceloneta y este medio estuvo presente en ella. Al encuentro llegaron algunos asistentes con argumentario: papeles DINA4 que les habían proporcionado para que pusieran en un aprieto a la Fundación --pese a que ésta había recibido a algunos vecinos de motu proprio días antes-- al Puerto y al Emirates.
De hecho, algunas de las preguntas a modo de reproche de los asistentes fueron más diatribas políticas que dudas. Algunos de los asistentes se quejaron de los precios de los alquileres o de la política migratoria de España, algo legítimo, pero "sobre lo que ninguno de los presentes tiene competencias".
Plantón de Rabassa y su consejera técnica
Por si fuera poco, el concejal de distrito, Jordi Rabassa, plantó la reunión. Envió a un cargo técnico, la gerente, Yolanda Hernández, y evitó que su gerente técnico, Natàlia Martínez, acudiera a la sesión. "¿Dónde estaba el concejal? Y si no podía venir, ¿dónde esta su número dos? Fue un feo a los vecinos, pero sobre todo un desaire a Joan Torrella, coordinador municipal de Copa América dentro del ayuntamiento, y al propio Ignasi Armengol, que está haciendo verdaderos esfuerzos para encauzar las demandas", lamentan estas fuentes.
Así, Rabassa inflamó los ánimos unas semanas antes y, cuando llegó la reunión clave con los vecinos, una que no estaba copada por los comunes, se ausentó y envió a personas con argumentarios DINA4 contra la Copa.
"La política Gala Pin y el 'no a todo'"
Ello, sumado a las filtraciones de los comunes contra la Copa a medios afines y subvencionados por el Ayuntamiento de Barcelona como Crític, están generando malestar en el entorno de la organización. "No porque los vecinos de Barceloneta no tengan dudas de peso, que las tienen, sino porque es inusual que un ayuntamiento financie un evento, colabore en su montaje y, a la vez, lo boicotee", critican.
Este doble juego de cara a la galería y a puerta cerrada se lee como una puesta en marcha de la estrategia Gala Pin, en referencia a la pasada concejal de Ciutat Vella, una de las exlíderes de BComú, más extremista y conocida por sus vetos a varios proyectos. "Se puede ser crítico, es evidente, y de hecho se debe, lo que no puede ser es la política del no a todo. La Copa se va a celebrar sí o sí, y si algunos tuvieran visión estratégica intentarían sacar lo que pudieran para su barrio", apostillan.