Una de las cadenas hoteleras más lujosas del mundo aterriza en Barcelona por todo lo alto. El hotel Sofia, ubicado junto al Palacio Real de Pedralbes, se despide de su simbólico nombre y tendrá una nueva vida bajo la marca Grand Hyatt Barcelona, incorporándose así a uno de los sellos de mayor categoría de la multinacional estadounidense, solo superada por la exclusiva Park Hyatt.
Hyatt pone así fin a la anomalía creada en la capital catalana por el veto de la alcaldesa Ada Colau a abrir nuevos establecimientos en el centro. Si bien es cierto que la ciudad cuenta con un Mandarin Oriental y una presencia destacada de Marriott, el sector turístico lamentaba la ausencia de buques insignias de cadenas internacionales como Four Seasons o Hyatt --más allá del Hyatt Regency Barcelona Tower de L'Hospitalet--, ya que la falta de oferta de calidad condena al destino al turismo basura.
BCN se avanza a Madrid
En consecuencia, Madrid ha adelantado en los últimos años a Barcelona en cuanto a grandes aperturas hoteleras, así como en inversión en este segmento, con una amplia oferta de cinco estrellas de Four Seasons, JW Marriott, Mandarin o Hyatt. Sin embargo, no tiene ningún Grand Hyatt, enseña que llegará antes a la Ciudad Condal que a la capital de España.
De hecho, actualmente solo existe uno con este rango en el país: el Grand Hyatt La Manga Club Golf & Spa, situado en Murcia. El segundo abrirá en la zona alta de Barcelona, después de que la gestora de fondos española Blasson Property y el grupo asegurador Axa hayan comprado el hotel Sofia por 180 millones de euros.
'Upgrade' con reforma
Tras esta operación, se iniciará una reforma --la segunda en seis años-- para poner el alojamiento, de 465 habitaciones, a la altura del sello de altísima gama Grand Hyatt. La rehabilitación obligará a cerrar el negocio, que volverá a retomar su actividad en 2024 estrenando la nueva marca después del significativo upgrade.
Fuentes de la intermediación hotelera recuerdan que el Sofia "nunca ha dejado de ser Hyatt", ya que hasta ahora era de la firma Unbound by Hyatt, que funciona "como una franquicia", pero aun así "es de la familia Hyatt". Es por ello que "no hay un gran cambio" más allá del ascenso de categoría, con las obras que ello implicará, y la pérdida del histórico nombre, que era un guiño a la familia real.
A petición de los dueños
Las mismas voces recuerdan que el que fuera el activo estrella del grupo hotelero de Joan Gaspart ya se sometió a una reforma en profundidad en 2017, que requirió una inversión de 60 millones de euros. Poco después, en 2021 la gestora canadiense Brookfield compró la cadena que operaba el Sofia y que seguirá gestionándolo, Selenta, con el inmueble ya renovado, por lo que la operación de venta anunciada hace dos semanas ha sido muy rentable, detallan desde el sector.
Según los intermediarios hoteleros, la razón por la que se ha decidido abandonar el sello Unbound by Hyatt es que los nuevos propietarios, Blasson y Axa, "no quieren una marca poco conocida". Sin embargo, reforzar la marca Hyatt manteniendo el nombre Sofia supondría "un claro problema de identificación" y posicionamiento, ya que entraría en conflicto con el Hyatt Regency Sofia de la capital búlgara. Por ello, la denominación más probable es Grand Hyatt Barcelona, con el ascenso de categoría que ello supondrá.
Atraerá estadounidenses
Al ser consultada por la operación, la cadena hotelera no ha aportado más detalles sobre este upgrade. "Nuestra práctica es no compartir información sobre decisiones de marca hasta que estén listas para ser anunciadas públicamente. De modo que compartiremos novedades, si las hubiere, tan pronto como sea posible", han señalado los portavoces de la compañía.
Sin embargo, la noticia ya se celebra entre las empresas turísticas de la ciudad: "Es importante ahora que se está trabajando el turismo de calidad y que no venga tanto el de low cost", subrayan desde el sector de las agencias de viajes, que recuerdan que el Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (Peuat) municipal ha conllevado "restricciones para hacer nuevos hoteles, sobre todo de marcas internacionales", cuya llegada ayuda a elevar los precios a niveles más cercanos a los de otros destinos europeos y, por lo tanto, captar visitantes que dejan más gasto en la ciudad.
Un reclamo para viajeros ricos
Prueba de ello es el alto nivel de actividad que registran los hoteles de la ciudad, entre ellos, precisamente, el hotel Sofia. "Había una gran cola de clientes esperando en la recepción y nos han sacado botellas de agua", explica un huésped asiduo de este cinco estrellas, donde se aloja cada vez que viaja a Barclona. "Antes iba al Hilton, pero el Sofia también está cerca y me gusta mucho más, y está bien comunicado con el aeropuerto", añade.
Cabe recordar que el turismo extranjero, especialmente el estadounidense, ha regresado con fuerza a Barcelona. La apertura de un Grand Hyatt puede atraer todavía más visitantes de EEUU y otros países, ya que una parte de los viajeros de lujo eligen destino basándose, también, en la oferta hotelera y en la presencia de marcas de prestigio.
Buena acogida en la ciudad
Una de las voces que se ha manifestado a favor de la llegada de enseñas internacionales a la escena hotelera de la capital catalana es el ministro de Cultura, Miquel Iceta, que consideró "absurdo" el "debate sobre si en Barcelona tiene que haber un Four Seasons". "Nos tenemos que preguntar por qué no hay un Four Seasons, no si tiene que haber uno", opinó en su intervención en el foro DespertaBCN!.
"Soy socialdemócrata y, ante dos proyectos, me quedo con el que cree más puestos de trabajo. Entre un hotel y pisos turísticos o apartamentos de lujo, yo, el hotel, porque genera más ocupación", defendió el mandatario rompiendo una lanza a favor de una oferta hotelera de calidad. En 2024, la capital catalana contará con cinco estrellas de Mandarin, Marriott y Grand Hyatt: el Four Seasons es una de las piezas que faltan para completar el puzzle.