Una gran boda nigeriana tomará Barcelona en primavera

Glamur y millones de euros. Una gran boda nigeriana tomará Barcelona esta primavera, al estilo de las nupcias índias que regaron de millones la Ciudad Condal en mayo de 2022, y que dejaron una gran factura económica al tomar, por ejemplo, el recinto modernista del Hospital de Sant Pau. 

Ahora es turno de un acaudalado médico nigeriano, explican fuentes del sector, que se prepara para pasar por la vicaría en la capital catalana. Debido a su nivel económico y a las tradiciones del país de origen, las nupcias durarán varios días y se prevé la llegada de "centenares de personas" a la urbe, generando una abultada factura para los operadores beneficiados. 

Buscando espacios

Por el momento, lo que se conoce es que la famillia y los wedding planners estarían buscando espacios en Barcelona. Uno de ellos, ya apalabrado, es un beach club que se encuentra junto al mar. Allí se celebrará un ágape de relativo pequeño formato: apenas centenares de personas. 

Pero la saga africana desea más y está en contacto con algunos de los mejores hoteles de la Ciudad Condal para cerrar eventos previos y ceremonias de diversa índole. 

Impacto económico

Cabe recordar que el sector turístico celebra este tipo de eventos porque atraen gasto a la capital catalana y lo hacen cuando la urbe no está en temporada alta. Negro sobre blanco, ayuda a desestacionalizar, algo que las administraciones turísticas llevan tratando de hacer durante años. 

Asimismo, se jalea este producto porque no suele generar molestias y el dispendio por visitante es alto. 

Las dos últimas, índias

Cabe recordar que el último evento de este tipo fue el de mayo de 2022, cuando el heredero de una gran familia hindú celebró su desposorio en diversos hoteles de lujo y el recinto modernista del Hospital de Sant Pau i la Santa Creu, como avanzó este medio.  

Antes, en diciembre de 2013, la poderosa familia acerera Mittal también eligió la segunda mayor ciudad española para celebrar la boda de dos de sus miembros. En aquella ocasión, se cerró el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) para un ágape de honor que contó hasta con caballos.