El hombre de confianza de David Madí en Ambulancias Egara, ahora investigado en la pieza separada del caso 3% que busca corrupción en el sector del transporte sanitario catalán, Fermí Ferran, quintuplicó beneficios y facturación tras entrar en la empresa. El negocio fue lucrativo, pero requirió de planificación: Egara comenzó a prepararse societariamente para ganar la macrolicitación en 2013, dos años antes de que el Govern la fallara.
Lo explican fuentes jurídicas que referencian la investigación que se sigue en el juzgado Central de Instrucción número 5 de Madrid, y en la que tanto Madí como Ferran figuran como imputados junto a Álex García-Cascón, el CEO de la firma. Según estas voces, una de las hebras que se sigue es la de presunta financiación irregular de Convergència (CDC), como el resto del caso 3%, pero también el enriquecimiento ilícito de los participantes en la supuesta trama.
Grandes beneficios
En relación a esto último, el supuesto saqueo de Egara para beneficio personal, estas fuentes ponen cifras. "La entrada del hombre de Madí en Egara fue tan provechosa que le reportó facturación y beneficios como jamás los había tenido", detallan. En efecto, los datos cotejados por este medio en el Registro Mercantil parecen confirmarlo. Norway Strategic Consultants, consultora de Fermí Ferran, pasó de ganar limpios 134.780 euros en 2014 a más de 684.500 euros en 2015, y otro medio millón en 2016.
Ese incremento del excedente neto coincidió con el fallo del macroconcurso catalán y el inicio del servicio: arrancó el 3 de noviembre de 2015 en, precisamente, Lleida, una de las tres regiones sanitarias que ganó Egara. Las otras fueron Tarragona y Ebro. Durante ese periodo, también se disparó la facturación de Norway, de cerca de 900.000 euros a más de 2,5 millones: un 137% más.
De cobrar cero euros a "un tren de vida alto"
Esa buena senda empresarial se notó en la empresa investigada ahora por la fiscalía especial de delitos económicos, que pilota José Grinda. Lo detallan las mismas fuentes cercanas al procedimiento, que recuerdan que Ambulancias Egara tenía unos administradores "familiares y sin remuneración" --los altos cargos sí cobraban, como cualquier otra empresa-- y ello cambió.
"En 2018 se modifican los estatutos sociales de la empresa [ver nota registral aquí] de modo y manera que los administradores pasaban a ser retribuidos", precisan. En cualquier caso, los emolumentos internos "también suben estratosféricamente" y "comienzan a verse coches de alta gama como Porsche, Mercedes y Range Rover en la sede de la empresa" en Terrassa.
Dos años antes, cambios societarios
Ello podría justificarse por el maná que llegó a Egara del Servicio Catalán de Salud (CatSalut) en forma de liquidaciones mensuales de los tres lotes del concurso. Ahora, lo que se investiga es, precisamente, si esa macrolicitación se alteró ex ante, lo que constituiría una ristra de posibles delitos. A la espera de que avancen las pesquisas en la Audiencia Nacional, lo cierto es que la empresa investigada comenzó a poner orden en casa dos años antes de ganar el abultado encargo público.
Lo detallan voces jurídicas, que recuerdan que Óscar Simón, el teórico sucesor familiar en Egara, creó las sociedades Sigarso XXI y Sigarmon Inversiones en 2013. Al año siguiente, en 2014, Ivemon Ambulancias Egara perdió su condición de sociedad unipersonal, y es al año siguiente, con el concurso en el zurrón, que se nombra a cuatro administradores mancomunados, incluidos Simón, Ferran y García-Cascón. Asimismo, Sigarso pasa a ser participada por Norway. Esta sociedad e Inversiones Financieras Simón, del teórico heredero, son las dos empresas que finalmente operan Egara. "Se prepararon dos años antes", insisten las fuentes consultadas.
La conexión Arqués-Castarlenas
Ello es en el plano empresarial: la operación Egara fue provechosa para los que participaron. Se investiga si pudo haber enriquecimiento ilícito por alteración de un concurso público pero, también, si Egara pudo haber sido otro supuesto vehículo para financiar ilegalmente a CDC. En este campo, desde el entorno de las pesquisas se destaca la "estrecha" relación que tuvo el constructor leridano Joan Albert Arqués, CEO de Benito Arnó, participante en la toma de la transportista e imputado en la causa, con los Castarlenas, de la consultora RCM Auditores y cuyos fundadores también están investigados.
"Fíjate que la relación entre los Arqués y los Castarlenas es tan estrecha que participaban hasta en el negocio deportivo del constructor", deslizan. Por deportivo se refieren al Gimnàs Lleida --ahora Viding Ekke--, en el que ejercían de consejeros delegados el constructor, su mujer y José Luis Castarlenas. De hecho, las fuentes consultadas aseguran que los cambios societarios descritos anteriormente en Ambulancias Egara "llegan acompañados al nombramiento de RCM como auditor en 2014, un año antes de ganar el concurso". Se investiga, pues, si los Castarlenas, a quien se investiga por ser la supuesta lavadora de dinero de CDC, ayudaron también a armar la estructura societaria "para prepararse para después de ganar licitación"
Del Barça a Egara tentando a Eulen
Todo ello tendrá que ser demostrado ante el juez Santiago Pedraz, que tutela la instrucción. Máxime cuando Ambulancias Egara niega mala praxis y sostiene que ganó los contratos limpiamente. Pero las voces consultadas insisten en que la operación "buscaba que Egara lograra el monopolio del transporte sanitario en Cataluña, Aragón y Andorra". Lo argumentan recordando que los dos socios que ha logrado la firma en las dos primeras autonomías, Ambulancias Lafuente y Ambulancias Maiz, han sufrido acoso y derribo para ser engullidas por la egarense. En el primer caso pasó. En el segundo, no.
"La gente que irrumpió en Egara hacía lo que sea para ganar dinero. El fin justificaba los medios y no juegan limpiamente", lamentan. Habida cuenta de lo que apuntan las cifras del Registro, en el caso de Ferran lo lograron. Y en el caso del CEO, también. Cuando García-Cascón salió de jefe de Control de Riesgos del FC Barcelona porque le cesó el expresidente Josep Maria Bartomeu en 2014 --le había fichado Sandro Rosell en 2011--, quiso fichar por Eulen, pero la multinacional le rechazó. "Luego recaló en Egara y lo primero que hicieron, según parece, fue subirle el sueldo de forma estratosférica", concluyen las mismas fuentes.