Los precios de la vivienda de Barcelona han empezado a descender tal y como se preveía. Si bien los alquileres continúan su alza desbocada, en 2022, el valor de compraventa de los inmuebles de la provincia descendió un 5,6% con respecto al año anterior.
Lo indica un estudio presentado hoy por los promotores catalanes (APCE), que aprecia "una clara evolución descendente". Sin embargo, el precio por metro cuadrado solo ha retrocedido un 1,6% y gran parte del ajuste se debe al descenso de la superficie media de los pisos y casas transaccionados, que ha bajado un 5,5%.
Obras más caras
El descenso de precios no afecta a la vivienda de obra nueva, al haber poca oferta y una demanda fuerte. Sin embargo, las constructoras se han visto afectadas por el encarecimiento de las obras.
Xavier Vilajoana, presidente de la asociación, ha señalado que las empresas del sector han asumido "el 90% del aumento de los costes de construcción a causa de la guerra y la crisis energética". La escalada de costes, advierte, hace "prácticamente imposible que no repercuta en el precio final".