La reforma concursal no ha contenido la sangría de empresas en Cataluña, que incluso se ha agrandado tras la entrada en vigor de la nueva norma. Según las cifras recopiladas en octubre y noviembre por Axesor, que recoge datos del Registro Mercantil difundidos por el Colegio de Registradores, tras la puesta en marcha de la ley el pasado 26 de septiembre, las liquidaciones han repuntado en la comunidad hasta alcanzar récords mensuales.
Ello sin que los mecanismos de reestructuración temprana incluidos en el texto legal hayan aliviado los problemas del tejido productivo. Si julio fue el peor mes del año en la región catalana, con 176 procedimientos, las quiebras en octubre ascendieron a 193 y en noviembre, a 168. Fundamentalmente, estas cifras responden a las modalidades de concurso sin masa y concurso de persona física.
Repunte tras el verano
Se trata de guarismos muy superiores a los del primer semestre y, aun cuando hay que tener en cuenta el fin de la moratoria concursal decretado el 1 de julio --ampliada parcialmente hasta 2024 justo la semana pasada por el Gobierno--, el esquema jurídico de nuevo cuño no ha impulsado todavía cambios en el escenario concursal, según las fuentes consultadas.
Sin contar aún diciembre, 2022 ya se anota más concursos en once meses (1.445) que todo 2021 (1.373) en Cataluña; una dinámica que se reproduce en la mayoría de autonomías. En los territorios en que disminuyen los procesos, las diferencias son mínimas como en el País Vasco --193 en el año pasado frente a 190 hasta diciembre del ejercicio en curso--. Los operadores concursales esperan que esta alza se refleje también en el escandallo de diciembre.
¿Y las microempresas?
No es que los especialistas no esperasen más suspensiones de pagos tras el verano, como advirtió Crónica Global en vísperas de la entrada en vigor de la reforma. De hecho, en septiembre se declararon a nivel nacional 786 procedimientos, un 243% más que los comunicados en agosto y un 108,49% superior respecto al mismo mes del año anterior. Los segmentos más afectados fueron en primer lugar el comercio y la reparación de vehículos y, en segundo puesto, la construcción.
Fuentes consultadas por Crónica Global sostienen que habrá que esperar a la activación en enero del libro tercero que regula el procedimiento especial para microempresas, la tipología mercantil más común --más del 95% de empresas españolas son sociedades de hasta cinco trabajadores--. Estos procedimientos se dividen entre planes de continuación y planes de liquidación.
Despliegue lento
Los mismos interlocutores apuntan que faltan por cerrar flecos tecnológicos y burocráticos, aunque el Gobierno tiene muy adelantadas las órdenes ministeriales al respecto de estos instrumentos para micropymes que se publicarán a principios de enero.
Lo que por el momento sí está sobre la mesa son casos prácticos de los planes de reestructuración del libro segundo, como los de Celsa y Duro Felguera. Aun así, la ley concursal fija soluciones de reestructuración preventiva, como los pre-packs, que de momento no han cundido entre las empresas.
Nueva moratoria
Ello ha llevado al Gobierno a prorrogar otro año la suspensión de la norma contable para intentar frenar la oleada de insolvencias declaradas en la segunda mitad de 2022, zarandeado por los efectos de la guerra de Ucrania y la escalada inflacionaria.
Este escenario con distintas piezas aún por encajar dificulta calibrar los efectos reales del nuevo esquema jurídico, cuya materialización completa, advierten los especialistas, todavía tardará en llegar.