Arranca la cuenta atrás para las elecciones de la CEOE. En 15 días, Antonio Garamendi se juega la continuidad de su presidencia, disputada por la vicepresidenta de Foment del Treball Virginia Guinda, quien todavía no ha tenido contacto con el actual dirigente de la organización empresarial. "Espero la llamada de Garamendi", ha expresado este martes en la presentación oficial del apoyo que le brinda la patronal catalana. Junto a Josep Sánchez Llibre, líder de los empresarios autonómicos, la también consejera delegada de Iberboard ha reiterado la necesidad de conseguir una organización nacional más "participativa, de proximidad y moderna".
Foment del Treball aprobó por unanimidad el apoyo a Guinda en una junta celebrada el lunes por la tarde por unanimidad. Sánchez Llibre ha arropado a Guinda ante los medios y la ha definido como una empresaria "humilde y con mucha responsabilidad social". Tributos que, a su parecer, la avalan para "encabezar el liderazgo empresarial del siglo XXI". Cuestión que se repite, según el relato del líder empresarial, del resto de miembros de CEOE que han hecho llegar su interés en la candidata. Todo ello, en unas elecciones que se celebrarán el próximo 23 de noviembre en la calle Diego de León con voto presencial y secreto.
CEOE como "engranaje" para afrontar la crisis
Virginia Guinda anunció por sorpresa la semana pasada su intención de competir con el empresario vasco, tal y como avanzó Crónica Global, y asegura que ya ha configurado un equipo que dará a conocer "en los próximos días". Su programa discrepa con el del actual presidente porque aspira a convertir a la CEOE en un "engranaje" para afrontar la actual crisis económica, la que está ligada con la inflación, mediante la creación de más empresas y el refuerzo de las que ya existen. "Es una pieza clave para la economía y para la sociedad, para que España funcione mejor", ha relatado.
Con esta intención, la empresaria vertebra su gestión en dos ejes. Por un lado, apuesta por "una gobernanza más participativa, de proximidad y moderna". "Un estilo de gestión del siglo XXI con un gran equipo al servicio de la organización" y con unas bases, que son los socios, que se sientan más "integrados".
Los retos de la CEOE
Por otro, considera que la patronal debe centrarse más en las pymes para que estén mejor representadas en su estrategia. "Tengo la sensación de que, actualmente, se sienten alejadas de las acciones que lleva a cabo la CEOE. Esto se tiene que cambiar completamente", ha criticado respecto a la gestión de Garamendi.
Asimismo, aboga por incrementar el salario mínimo pero en el marco de un "gran pacto de rentas", el mismo objetivo que se intentó conseguir con la negociación abierta con el Gobierno y los sindicatos hasta que el empresario vasco se levantó de la mesa al considerar que el debate había enrocado y no existía la posibilidad de alcanzar un acuerdo. Afirma de este modo que se deben duplicar los esfuerzos para abordar el gran problema del país, cómo se suben las retribuciones medias ante un contexto de coste de vida al alza.
"En España se tienen que hacer reformas muy importantes respecto a las fiscalidades y cotizaciones que pagamos los empresarios a la seguridad social", ha expresado la candidata a la presidencia de CEOE. Apuesta por abordar otras cuestiones como el absentismo y presencialidad laboral en una nueva ronda del diálogo social. Según su valoración, es necesario apostar por "esquemas de trabajo de una sociedad más actual" y que, hoy por hoy, "no están recogidos en el marco laboral".
Los avales de Guinda
La CEO de Iberboard se convierte en la primera mujer en optar a la presidencia de la CEOE. La patronal va camino de los terceros comicios de su historia en el día en que finaliza el plazo para presentar los avales necesarios para iniciar la carrera electoral. Garamendi ya comunicó su intención de optar a la reelección el pasado 21 de septiembre, cuando la junta directiva acordó el 23 de noviembre como fecha para la celebración de la asamblea electoral. El plan de la cúpul que opta a la reelección era iniciar su segundo, y último, mandato por aclamación, pero ahora deberá poner urnas.
Según los estatutos de la organización empresarial, los candidatos deben contar con el apoyo de al menos 20 representantes vocales de la asamblea general. Estos deben ser, a su vez, representantes de al menos cuatro diferentes organizaciones miembro de pleno derecho. Guinda cuenta con los 55 votos que pertenecen a Foment del Treball, Acogen --con la que ha estado vinculada--, Faconauto, FECIC y el Colegio de Gestores Administrativos.
En un primer momento, el único competidor que valoraba disputarle a Garamendi era el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, aunque finalmente descartó la idea por las presiones internas que recibió. De hecho, Guinda reconoce que el empujón final para presentarse fue la retirada de esta candidatura. Se convierte de este modo en la cara visible de los críticos con la gestión del empresario de Neguri.