Joan Tristany, director general de AMEC / CEDIDA

Joan Tristany, director general de AMEC / CEDIDA

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Joan Tristany (AMEC): "El País Vasco tiene una visión de la industria más potente que Cataluña"

El director general de la asociación empresarial pone el acento en las oportunidades del nuevo Pacto Nacional por la Industria, pero reclama celeridad en su ejecución

3 octubre, 2022 00:00

AMEC ocupa un lugar singular en el tejido asociativo catalán. La organización, que en 2019 cumplió 50 años de historia, representa los intereses de las empresas industriales de tamaño medio que apuestan por la internacionalización, un segmento a menudo eclipsado por el empuje de las grandes corporaciones y el goteo de nuevas startups. Con motivo de la aprobación del Pacto Nacional por la Industria (PNI) 2022-2025Crónica Global entrevista a su director general, Joan Tristany, para analizar los retos de estas compañías ante la triple revolución energética, sostenible y digital.

--Pregunta: El PNI ha tenido un parto complicado. De hecho, su elaboración se ha alargado casi un año respecto al calendario inicial del Govern. ¿Qué podemos esperar de un documento surgido de una negociación tan complicada?

--Respuesta: En general, los consensos en nuestra sociedad son complicados. Tenemos gobiernos donde es difícil hallar consensos entre los propios socios, entre socios de gobierno y oposición... Estamos en un momento donde posiblemente la polarización hace difícil hallarlos. Dicho esto, también es verdad que a las Administraciones les cuesta tomar decisiones portien puesta la lupa. Mi visión es que cuesta arriesgarse a tomar decisiones. Por tanto, hay más cautela al hacerlo. Cualquier gobierno en el cargo podría haber aprobado un PNI, pero se buscó el consenso, lo cual es bueno pero alarga los tiempos.

Además, es un pacto en que se habla no solo de industria, sino de comercio, digitalización, sostenibilidad... Lo valoramos muy positivamente porque toma la industria no como algo aislado. Si se hubiera hecho un pacto más fácil solo focalizado en la Consejería de Empresa, hubiera sido un pacto débil, poco ambicioso. En el momento en que incorporamos formación, energía, diversidad... Se vuelve mejor, pero más complejo, porque hay que vincular muchos elementos. Esto ha llevado a este retraso.

--AMEC ha manifestado que le preocupan dos aspectos del pacto: su ejecución y la colaboración público-privada.

--Exacto. Ahora ya sabemos el qué, pero debemos hacerlo. Y debemos conseguir que la colaboración que ha habido en el diseño del pacto esté a la hora de la ejecución. Ojo: el pacto ha sido lento en su elaboración, pero ahora la ejecución debe ir a buen ritmo. No nos podemos despistar, porque día que pasa tendremos problemas mayores u oportunidades que no podremos alcanzar. Hay gente que ve el pacto desde un punto de vista defensivo, para evitar que marchen multinacionales de referencia, o bien desde un punto de vista ofensivo, para captar inversiones extranjeras y generar mejor ocupación. Creemos que debe haber un equilibrio entre ambos puntos de vista. Y tener en cuenta que en medio quedan aquellas empresas medianas, aquellas pymes industriales que tienen necesidades a las que hay que atender.

Los políticos, agentes sociales y representantes de universidades que han firmado el nuevo Pacto Nacional de Industria impulsado por Roger Torrent (ERC) / CG

Los políticos, agentes sociales y representantes de universidades que han firmado el nuevo Pacto Nacional de Industria impulsado por Roger Torrent (ERC) / CG

--El acuerdo incluye mecanismos de auditoría para que se asegure una transformación real con el reparto de fondos. ¿Cómo se hará el seguimiento de todas las medidas?

--Para nosotros este ha sido un elemento que, tanto en el anterior pacto como en este, hemos insistido que debían existir medidas para medir el impacto real, no solo de su aplicación. Habrá indicadores, se medirán y se dará cuenta de las medidas. Entiendo que será en el Consejo Catalán de la Empresa donde se dará respuesta y que no se hará al final. Esta evaluación se debe hacer de forma periódica tanto desde el punto de vista de la ejecución como del impacto. No lo podemos hacer en 2025.

--¿Pero está pensado así?

--Nosotros lo pediremos e intentaremos contribuir a que así sea.

--En total son 3.270 millones para aspirar a que la industria catalana suponga el 25% del PIB dentro de tres años. ¿Por qué en el País Vasco se han podido destinar 4.000 millones para aspirar al 40% del PIB?

--En el País Vasco, la industria tiene un peso ya no en el PIB, sino en el conjunto de la sociedad más grande que aquí. En su último mítin, el lehendakari afirmó que su objetivo era que la industria fuera el 40% del PIB vasco. Allí dicen: o industria o no hay nada más. Cataluña tiene un equilibrio sectorial importante. En el País Vasco tienen una visión de la industria que, da igual quién gobierne, es más potente que en Cataluña. Aquí no es que se desprecie la industria, pero no se ha tenido esta visión. Ahora sí, porque la industria es una moda en todas las Administraciones.

Y respecto a la financiación, disponen de más recursos per cápita. Hay ámbitos en los cuales hay un tope en el cual la inversión per cápita no es necesaria. Pero en la industria puedes seguir añadiendo fondos para que se innove más, para que haya más infraestructura tecnológica... Por tanto, es un beneficiario de que cuando el resto de políticas están cubiertas, lo que sobra puede ir a la industria. En Cataluña pasa lo contrario: la industria necesita un recurso que debemos detraer de enseñanza, seguridad o sanidad, porque todavía faltan recursos para estar a un mínimo adecuado.

--El PNI no incluye medidas de urgencia para afrontar la escalada del precio del gas y de la electricidad. ¿Sobrevivirán las empresas industriales para disfrutar de estas medidas?

--Creo que sí. El problema es la inflación. La inflación puede venir por dos vías: energía y materias primas, que es por donde ha venido esta vez, y por el incremento de costes salariales. La industria catalana, en general, no es muy intensiva en energía. Esto no significa que no sea importante: tenemos alguna empresa en que la energía es el 30% de su coste. Pero en muchas otras está por debajo del 15% o 17%. Pensamos que es un tema coyuntural y que no responde a un problema de oferta-demanda. El plan está bien que ponga el foco en las luces largas y, al margen del plan, debe haber actuaciones industriales en un entorno hipercambiante. Si mañana hay cualquier cosa que afecte a la industria, la Administración, además de continuar con el PNI, debe ver cómo contiene estos elementos fuera del control de las empresas.

Industria, en una imagen de archivo / EP

Industria, en una imagen de archivo / EP

--¿Hay riesgo de paros en la industria? Preocupan el ERTE de Seat, las desconexiones de las plantas de cogeneración...

--Nuestras empresas no han tenido ningún paro, ningún cierre. Es verdad que el sector de la automoción está en un momento delicado por la energía y los componentes, pero previo a la guerra de Ucrania y a la subida del gas la automoción ya había parado. Debemos intentar mirarlo en perspectiva. La situación actual lo agrava, pero si no tuviéramos un problema de gas seguramente Seat estaría haciendo lo mismo, porque existe un problema de componentes que también tienen otras empresas que hacen máquinas.

--Vinculado con la energía, las renovables. El PNI pretende darle la vuelta a una década perdida en Cataluña. ¿Se conseguirá?

--El autoconsumo es fundamental. Te contaré una anécdota: en una empresa de AMEC, que factura unos 200 millones de euros, su presidente encarga un análisis a su equipo ejecutivo para poner placas en el techo de las fábricas. Y su equipo le responde que el ROI [siglas en inglés de retorno de la inversión] es dudoso, a lo que el propietario me explicó que alucinó y les respondió que se debía hacer igualmente al margen del retorno. En las empresas hay un convencimiento que hay decisiones que sobrepasan si es rentable o no es rentable. Si el autoconsumo se puede generalizar y no hay dificultades...

--¿Hay trabas administrativas?

--Es un ámbito en que se trasladaron algunas tomas de decisión a los ayuntamientos y, al final, tenemos una situación problemática, ya que en algunos casos se agiliza y en otros no. No tiene sentido. Me consta que hay un interés clarísimo del conseller de Empresa. Dejemos instalar, no pongamos trabas, pongamos facilidades y, sobre todo, agilidad, porque el proceso dura mucho tiempo.

--Otro de los ejes de la hoja de ruta industrial pasa por la tecnología. Pero, ¿qué significa digitalizar una fábrica? ¿Cómo se aplica la tecnología punta a la industria hoy en día?

--Una cosa es la digitalización y el desarrollo de la economía digital, y otra cosa es que la industria aplique soluciones como la inteligencia artificial o el Internet de las Cosas. En las fábricas hay unos procesos que, si están digitalizados y se obtienen datos, permiten volver más eficiente la producción. Por ejemplo, la sensórica en las fábricas ya está implementada como elemento de seguridad. Luego hay otra cosa importantísima: muchas de nuestras empresas fabrican máquinas, equipos, que incluyen sensores de mantenimiento predictivo. Todo esto es información que te permite anticiparte a un problema. Una empresa también puede realizar la revisión de una máquina sin desplazarse con visión artificial y realidad aumentada. Todo esto son casos reales que ya están bastante avanzados.