Los salarios pactados en convenio hasta agosto subieron de media un 2,6%, muy por debajo de la evolución de la inflación. En concreto, ocho puntos inferior al último Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado.
Además, este incremento está por debajo de la subida del 3,6% acordada entre el Gobierno y los sindicatos para el salario mínimo interprofesional (SMI) y está algo más en línea con las directrices marcadas en el Acuerdo Interconfederal para el Empleo y Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020.
Ganan los empresarios
Este pacto planteaba alzas del entorno del 2% más un punto porcentual ligado a conceptos como la productividad, los resultados empresariales y el absentismo laboral.
Este AENC no se ha podido renovar de cara a 2022 ante las diferencias existentes en torno a la cláusula de revisión salarial, irrenunciable para los sindicatos pero inaceptable para los empresarios ante los elevados niveles de inflación.
Revisión salarial
El Gobierno ha vuelto a instar a los agentes sociales a sentarse para negociar un acuerdo salarial. Los sindicatos, que han anunciado una campaña de movilizaciones este otoño, exigen a los empresarios una subida del 3,5% para este año, con compromisos de revisión generalizados.
Por su parte, la propuesta que la CEOE puso sobre la mesa recogía un aumento salarial del 3,5% para 2022, pero sin cláusula de revisión. De fondo también sobrevuela el debate sobre la actualización del salario mínimo interprofesional (SMI), que divide a los agentes sociales.