Oriol Xalabarder (ASEME): "Con estos precios de la luz en otoño habrá impagos de clientes"
Las pequeñas distribuidoras se reivindican en el mercado energético con una apuesta decidida por la digitalización de la red y por su cobertura en zonas rurales
28 agosto, 2022 00:00La organización ASEME, que representa a las pequeñas distribuidoras y comercializadoras de energía, está de aniversario. La entidad cumple 50 años con el foco puesto en la digitalización del servicio, para avanzar hacia un modelo de negocio basado en la gestión de datos, y la reinvidicación de su papel como garante del suministro en el medio rural. Sin embargo, estas empresas también sufren el test de estrés desencadenado por la escalada alcista del mercado energético. Su presidente y consejero delegado de Electra Caldense, Oriol Xalabarder, analiza los retos del sector en esta entrevista con Crónica Global.
–Pregunta: ¿Qué rol juegan los pequeños distribuidores agrupados en ASEME?
–Respuesta: En España actualmente hay entre 300 y 350 distribuidoras. De estas hay cuatro grandes, Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP, y el resto son pequeñitas. La mayoría de empresas de ASEME son familiares, están sobre todo en el mundo rural y se crearon a principios de la electrificación, por lo que tienen un recorrido de más de 100 años. Fue a principios de los 70 cuando la administración nos dijo por qué no os asociáis para poder tratar los temas regulatorios de forma más ordenada. ASEME se creó originariamente en Cataluña, pero se extendió al resto de España y hoy tiene 89 asociados. Cubrimos un espectro bastante amplio, desde empresas municipales hasta otras con cierto tamaño como Estabanell, la distribuidora eléctrica de Cádiz o Gaselec, la distribuidora de la ciudad de Melilla. Están conectados a nuestra red más de 500.000 usuarios.
–La organización está presente en muchos órganos de debate y de representación. ¿Actúan al unísono con Aelec y CIDE o prefieren tener voz propia?
–Tenemos voz propia porque somos un colectivo con ciertas especificidades que nos diferencian de Aelec, sobre todo el tamaño. Y con CIDE a veces vemos diferente cómo orientar el sistema, ya que CIDE da más servicios y nosotros damos más información. Son dos modelos totalmente válidos. Sí es verdad que últimamente intentamos colaborar conjuntamente. Para la plataforma Datadis, que facilita el acceso de los datos al cliente a través de una sola plataforma, nos hemos unido con CIDE y Aelec. Hay cosas que las hacemos conjuntamente y otras individualmente, pero siempre defendiendo su voz propia.
–¿Cómo están afrontando las empresas el encarecimiento de los costes de la energía?
–En ASEME tenemos dos vertientes. En la vertiente de distribución pura, todavía veníamos liquidando en base a la retribución de 2016 y ahora se han publicado las de 2017, 2018 y 2019. En este sentido que se haya desbloqueado este punto es bueno, pero tal y como se ha hecho es un poco problemático. Cuando se realizó el cambio de modelo retributivo a nosotros se nos aplicó como base rentable unos datos que consideramos incorrectos y perdimos retribución. Tenemos retribuciones con unos valores unitarios calculados en 2014-2015 y el incremento de precios actual nos perjudica de forma grave a nivel de distribución. A nosotros nos pagan con inversión realizada por unos valores unitarios. Si hay una corrección en parte, pero no se corrige la totalidad, nos vemos obligados a realizar operaciones de mantenimiento a unos costes que nos perjudican. A nivel de comercialización la situación es más grave si cabe.
–¿En parte porque se han encarecido las garantías que se pagan a OMIE y Red Eléctrica?
–Al final nosotros tenemos que poner el dinero de la energía que vamos a comprar a 30 días vista. Como las grandes tienen derechos de cobro por la generación no tienen que hacerlo. Pero como nosotros no tenemos derechos de cobro en el mercado debemos aportar el 100% de la garantía. Cuando el precio de la energía se multiplica por cuatro, aunque tengas la misma garantía tienes que poner cuatro veces más. Este es un problema. El otro ha sido el precio. En muchos casos teníamos precios fijos porque veníamos de clientes más tradicionales y hubo empresas que habían cubierto más y otras menos. Esto nos creó una situación complicada a nivel de resultado y algunas empresas han caído mucho, aunque no son del entorno de ASEME sino comercializadoras que salieron posteriormente.
–Medio de centenar de comercializadoras dejaron de operar entre 2021 y 2022, según datos oficiales.
–Las empresas de ASEME tienen la ventaja de que están muy saneadas y están aguantando el tirón, pero no lo podrán aguantar hasta el infinito. Lo podrán aguantar lo que les permita aguantar la parte financiera y tampoco pueden poner en riesgo la distribución. Tenemos el problema de las garantías y también el del circulante, porque tú pagas a OMIE a la semana y cobras del cliente a final de mes. Tienes que prever este circulante de 20 o 25 días. Quizá no estábamos tan acostumbrados a estos temas financieros y nos han dado un baño de realidad al que tenemos que adaptarnos.
–¿Los impagos por parte de los clientes han sido importantes?
–Ha habido un incremento, pero no es alarmante. Vamos a ver cómo viene el otoño. La energía eléctrica era un bien muy barato que ha subido mucho su precio.
–Comparado con Europa ahora es un bien más barato.
–Sí, veníamos de años que era al revés y en que había diferencias muy pequeñas. Me acuerdo en enero de 2020 cuando el pool se puso a 60 euros y parecía una locura. Pero ahora ha pasado de 40-50 euros a 130 euros, más lo que es la parte del ajuste que ha pasado a 270-300 euros. Esto nadie podía llegar a imaginarlo. Con estos precios veremos impagos en otoño.
–Comenta que las empresas de ASEME están saneadas. Por lo que si no hay riesgo de quiebras, ¿podría haber afán de compras? ¿Está habiendo adquisiciones de comercializadoras pequeñas?
--Las empresas están saneadas y pueden aguantar el tirón de lo que les representa el mercado, pero no sé si están tan saneadas como para comprar carteras de comercialización. Comprar carteras de comercialización también tiene su riesgo, porque al final el cliente es libre y muchas veces tiene contratos de un año. Por tanto, al final no sabes si se va a quedar, si va a ser un negocio a largo plazo. Además, las carteras a veces se venden con precios fijos bajos que, si no tienes garantía de que se puedan cubrir, vas a generar una pérdida.
–¿Cómo avanza el objetivo de digitalización de la red?
–Vamos con el freno de mano puesto. Cuando hablamos con la CNMC les explicamos que en el futuro no debemos invertir en hierro. El modelo retributivo actual nos retribuye transformadores y cables, está basado 100% en el capex, pero el futuro son los datos y su gestión. Esto debemos añadirlo al modelo retributivo. Es verdad que con la circular 6/2019 se propuso un sandbox para hacer pruebas pero su tramitación es farragosa. Necesitaríamos hacer más pruebas para generar un conocimiento de digitalización. Hasta ahora hemos mucho de distribuidor y poco de gestor, y en el futuro vamos a hacer mucho de gestor y menos de distribuidor.
–¿Qué lugar ocupa en el futuro el negocio de los puntos de carga?
–A nivel técnico, hemos de tener en cuenta que cuando cargamos gasolina en un coche de combustión interna le estamos enchufando entre tres y cuatro megavatios de potencia. Imagina que quisiéramos aplicar esto en una electrolinera, tendríamos cuatro surtidores con casi ocho megavatios. Esto es muy difícil de gestionar desde un punto de vista de distribución. Por tanto, debemos ir a un modelo de menos potencia con dos aspectos: el cargador en casa, que se va a imponer más que ir a la electrolinera, y los puntos de recarga en sitios públicos. Lo que dice la directiva europea es que los distribuidores podrán participar siempre que no haya otros inversores que decidan poner puntos de carga. En zonas rurales, donde será más difícil que haya puntos de carga, podemos jugar un papel importante.
–¿Qué valoración hace del plan de ahorro energético del Gobierno? ¿Considera suficiente las medidas? Las primeras cifras de caída de la demanda eléctrica son bajas.
–El recorte de la demanda se tendrá que ver con el tiempo. Las condiciones climatológicas y también laborales, en pleno agosto, afectan mucho. Por otro lado, es un error de los políticos hacer de esto una batalla política. Tienen que ser conscientes de que es el conjunto del Estado el que debe ahorro. Es verdad que España no tiene una situación grave de desabastecimiento como Alemania, Italia o Austria. Sobre si las medidas son suficientes, si se facilitara toda la instalación y conexión de instalaciones de autoconsumo se ayudaría mucho más que según qué medidas como la temperatura del aire acondicionado. No significa que no tenga que hacerse, pero si realmente quieres ahorrar debe ser promocionando la autogeneración doméstica y sobre todo industrial.
–¿Por qué en Cataluña hay una actitud tan contraria a las renovables que no se percibe en otras comunidades?
–En Cataluña somos muy proteccionistas, sobre todo la capital respecto al territorio. El territorio debe verse resarcido del recurso que sacas, debe obtener sus ventajas económicas. En este sentido Cataluña es muy proteccionista, demasiado seguramente. A veces faltan actitudes valientes por parte de los responsables políticos y a veces de alguna empresa.