El prestigioso Motel Empordà, de cuatro estrellas y ubicado a tiro de piedra de la frontera hispano-francesa, ha solicitado el concurso voluntario de acreedores. La situación económica del establecimiento, con unos 2,5 millones de euros de deuda, según las últimas cuentas disponibles, ha obligado a la empresa catalana a dar el pso.
Fuentes de Roca Junyent, el despacho nombrado administrador judicial de la compañía, han asegurado a Crónica Global que iniciarán el camino del pacto con los acreedores. Remarcan que no hay intención de entrar en fase de liquidación y señalan que el negocio tiene recorrido pero que, como muchos otros players de la restauración, ha encallado por la situación económica sobrevenida en los últimos años. Explorarán de este modo las dos vías que existen para superar la situación, o bien negociar una quita con la banca acreedora o bien buscar algún socio financiero que les proporcione oxígeno económico. Con todo, el proceso concursal aún está en una fase inicial y ni siquiera se ha nombrado a un administrador.
Pandemia y reformas
Para los empresarios de Figueres, al parón de la actividad derivado de la pandemia --que golpeó fuertemente al sector de la restauración-- se ha sumado el coste de una reforma en las instalaciones iniciadas poco anes del estallido de la pandemia. El alojamiento ha cerrado los ejercicios 2019, 2020 y 2021 con números rojos y ha decidido reconocer la quiebra antes de que la pelota sea más grande y tenga menos opciones para superar la situación.
Los gestores de este icónico hotel de Figueres (Girona) indican que cumplen con "todas las obligaciones" tanto con la plantilla como con los proveedores. El pago de impuestos, salarios y suministros está al día, por lo que el ahogo económico se enmarca estrictamente en el capítulo financiero. Tampoco la actividad diaria actual está mermada. El hotel y su reconocido restaurante funcionan "con normalidad", subrayan.
Un hotel familiar
Al frente de la sociedad Motel Ampurdán SA se encuentran tres administradores: Jaume Subirós Jordà y sus dos hijos Jordi y Albert Subirós Mercader. El establecimiento pertenece a la familia Subirós y abrió sus puertas en 1961 como un motel de carretera. Fue promovido por Josep Mercader, antepasado de los actuales propietarios.
Con más de 50 años de trayectoria, el hotel dispone de 42 habitaciones, tres de ellas suites. Está situado a poco más de un kilómetro del mundialmente famoso Museo Dalí de la ciudad. Además, el hotel alberga el restaurante El Motel, especializado en cocina catalana e incluido en la Guía Michelin.
La segunda casa de Josep Pla
Uno de los clientes habituales del restaurante de Figueres fue uno de los escritores más importantes del siglo XX, el catalán Josep Pla. El prosista y también amante de la cocina encontró una segunda casa en el comedor de Mercader y, de hecho, aún se conserva la mesa que solía ocupar. Narran que se trata de un enclave privilegiado, ya que permite ver a todos los comensales sin estar demasiado expuesto al resto.
En 2021, El Motel celebró su 60 aniversario. Ahora, con Jordi Subirós al frente, y pese a las dificultades económicas a las que se enfrenta la empresa familiar, el restaurante se mantiene como uno de los establecimientos más emblemáticos de la cocina catalana.