El disparado endeudamiento y déficit público de España alarma al Banco Central Europeo, que ha dado un toque al Gobierno de Pedro Sánchez para que vaya "reduciendo gradualmente" estos niveles. Para ello, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha exigido planes de reducción de deuda y consolidación fiscal "prudentes".
"Es lo primero que tiene que hacer el Gobierno", ha apremiado el que fuera ministro de Economía entre 2011 y 2018, con Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo. También ha asegurado que "la inflación tiene un efecto positivo en la recaudación económica" al principio, pero ha advertido de que "después se come la actividad económica y vuelves a tener una caída en la recaudación".
Receta ortodoxia fiscal
En una visita a Barcelona, De Guindos ha recordado que el déficit "ha aumentado mucho durante la pandemia", por lo que deberá "reconducirse hacia abajo". Y se ha mostrado abierto a flexibilizar los límites de endeudamiento, pero se ha mostrado firme con el déficit, es decir, los gastos que exceden los ingresos del Estado y que elevan cada año la cantidad total de deuda.
"El 3% se mantendrá como nivel objetivo de déficit a medio plazo", ha indicado. En cambio, alcanzar una ratio de deuda de 60% sobre el PIB --en España se sitúa en torno al 120%-- como se recomendaba antes de la pandemia "es muy difícil", ha admitido en una conferencia de la Academia Europea Leadership que preside Josep Antoni Duran i Lleida.
Agua las previsiones de Calviño
El vicepresidente del BCE no ha dado credibilidad a las previsiones de inflación del Gobierno anunciadas por la vicepresidenta Nadia Calviño, que aseguró que la evolución de precios volvería a la normalidad, con una subida de solo el 2% a finales de año. "La inflación seguirá siendo elevada", ha discrepado De Guindos, que cree que el IPC subirá entre un 4% y un 5% en el último trimestre del año a escala europea.
De momento, el índice de precios seguirá subiendo, aunque el responsable de la institución monetaria ha proclamado que "estamos bastante cerca del máximo" y que "en la segunda parte del año, seguramente la inflación se va a desacelerar". Asimismo, ha pedido evitar los "efectos de segunda ronda" que provocarían una escalada de precios más rápido si los salarios suben mucho y de forma generalizada.
Moderación con las pensiones
Sobre una posible subida de las pensiones, De Guindos ha señalado que "es una decisión política" que el BCE debe respetar, pero sí ha advertido de que "tiene como consecuencia la estabilidad del sistema de pensiones", que es "muy importante".
"Sería importante tomar medidas que garanticen la sostenibilidad de las pensiones a medio plazo si quieres subir las pensiones con una inflación que este año va a ser especialmente elevada", ha recomendado al Gobierno.
La inflación, en el 8%
De Guindos ha pronunciado sus declaraciones poco después de que el INE actualizara los datos de la inflación. El IPC ha continuado su alza --con respecto al año pasado-- en abril, aunque su escalada se ha moderado hasta el 8,3% tras la histórica cota del 9,8% registrada en marzo.
Este descenso de 1,5 puntos interanuales se debe sobre todo al abaratamiento de la electricidad y el carburante, beneficiados en parte por el colchón anticrisis aprobado por el Gobierno. Asimismo, este porcentaje mejora ligeramente el dato avanzado hace dos semanas por el INE, que apuntaba a una inflación interanual del 8,4% en abril. En el conjunto de Europa, se sitúa en torno al 7,5%.