El presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, se despide del liderazgo del lobby económico catalán con una nota de opinión en la que se muestra taxativo sobre el gran reto (y riesgo) de la sociedad actual. “La paz social pende de un hilo y los malestares son numerosos y complejos”, manifiesta en el documento que marca los argumentos del debate que se mantendrá en la reunión de la organización, el encuentro que tendrá lugar entre el miércoles y el viernes de la próxima semana en el Hotel Vela de Barcelona.
Esta profunda crisis social se da tras la doble recesión que se inició en 2008, la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania. El Círculo se muestra igual de claro en su receta para capearla: “Una unidad que debe ser ejemplar y un revulsivo de confianza, que nos devuelva la capacidad de creer en nosotros mismos al defender sin fisuras aquello que queremos seguir siendo: demócratas europeos”.
Pactos de Estado y más UE
Dar este paso es necesario para “salvaguardar la paz social” e implica, en España, activar “una serie de pactos de Estado que afecten a la energía, las rentas, la política fiscal y laboral y el estado del bienestar, así como la seguridad y defensa”. Y, de forma paralela, reforzar el proyecto de la Unión Europea “con nuevas visiones que integren políticas europeas de defensa, energía, inmigración y tecnología, entre otras”.
El lobby alerta de que “el fundamento” de lo que defienden los europeístas, una bandera que enarbola sin medias tintas, “está amenazado por la guerra desencadenada por Putin en Ucrania”. El empresariado catalán afirma que lo que sucede en Europa del este es una “guerra de agresión con miles de muertos y heridos, destrucción de infraestructuras y devastación completa de ciudades, desplazamientos masivos de población civil y millones de refugiados”.
Más sanciones
Para los 27, esta “guerra de agresión” es “la prueba más difícil que tienen que afrontar desde la Segunda Guerra Mundial”. El Círculo habla de “crímenes de guerra” y acusa de forma directa a la Rusia de Vladimir Putin de poner “en jaque geopolítico” a Europa al tratar de “dislocar no solo los fundamentos sociales” de la “democracia liberal” y las bases económicas de la “prosperidad, sino la razón misma de un proyecto asentado sobre el respeto a la dignidad humana, la primacía del derecho y la salvaguarda de la paz”.
Reclama “fortalecer el vínculo trasatlántico” con un EEUU que “ha reafirmado su compromiso histórico con la libertad de nuestro continente” y “retomar el entendimiento estratégico con el Reino Unido” tras el Brexit para impulsar la “colaboración política, económica y militar con el resto de las democracias liberales del mundo”. Por ello considera importante impulsar nuevas sanciones. “Hay que profundizar en ellas a pesar de las repercusiones económicas y sociales que provocan dentro de nuestras fronteras” por el bien común. Y, para mitigarlas, más “iniciativas que den estabilidad interna en nuestro país”.
Populismos, polarización política y nacionalismos
La última nota de opinión de Faus como presidente del Círculo de Economía se publica en la misma fecha en la que Pedro Sánchez --que, como es tradicional, cerrará la reunión de la próxima semana-- ha conseguido la mayoría necesaria en el Congreso para aprobar el primer plan anticrisis del Gobierno. Todo ello, entre el ruido del caso Pegasus que ha elevado la tensión en el hemiciclo.
El lobby catalán avisa de que la sociedad española “está gravemente tensionada por corrientes de malestar y crispación que explican el avance de los populismos y la polarización política”. Esto coincide en un momento en que en el continente planea “el fantasma del repliegue nacionalista” que ha espantado, en parte, la “victoria del europeísta Emmanuel Macron”.
Más autoritarismos
Además de combatir la crisis ecológica, el Círculo pide que otra prioridad de la comunidad internacional sea luchar “contra la crisis geopolítica que provoca el auge global del autoritarismo”. Recuerda que el 80% de la población “vive en el planeta bajo autocracias o gobiernos en proceso de serlo”. En la radiografía de esta carencia democrática, “Europa sigue siendo una excepción, aunque aloja en su seno corrientes sociales poderosas que también desean soluciones autoritarias”.
Para desactivarlas, la respuesta que brindan los empresarios catalanes es la de más Europa. Usar los Next Generation para dinamizar una actividad que acumula 20 años de turbulencias y permitan “incrementar nuestro gasto en seguridad para proteger nuestro modo de vida” y “reorientar la economía hacia objetivos geopolíticos” que sean “realistas”. El principal, en el terreno tecnológico.
Reivindicaciones independentistas
Urge a los 27 dotarse de fábricas de chips, una red de seguridad que proteja del hackeo las infraestructuras críticas y blindar la defensa de la libertad de información incluso en redes sociales. Y recurre a una frase de Pasqual Maragall para zanjar los problemas de la política catalana: “Lo que es bueno para Cataluña, es bueno para España; y lo que es bueno para España, lo es para Europa”.
Zanja con el “principio de subsidiariedad” las reivindicaciones y estrategias del independentismo para desestabilizar la política del país para generar un nuevo momentum y completar la secesión. Para el Círculo, los retos del contexto actual solo se pueden superar con una mayor colaboración y con establecer grandes consensos. Pactos que también incluyen a Cataluña.