El lujo patrio supera el Covid: los ricos extranjeros ya compran villas en la costa
Los turistas recurrentes e inversores europeos, estadounidenses y de Emiratos Árabes ganan protagonismo en el inmobiliario 'premium'; chinos y rusos son los grandes ausentes
22 abril, 2022 20:30Los extranjeros recuperan el protagonismo perdido durante la pandemia en el inmobiliario catalán. La compraventa de vivienda por parte de ciudadanos de otros países aumentó más de un 40% en Cataluña en 2021 respecto al año anterior, según datos publicados por el Colegio Notarial de Cataluña.
Esta tendencia se ha notado particularmente en las residencias de lujo de la costa catalana. Markus Thoene, socio de Sotheby's International Realty en Barcelona y Costa Brava, destaca la reparación del cliente francés, alemán, italiano, luxemburgués, sueco, finlandés y estadounidense.
Inversiones vía Dubái
También es especialmente llamativo el crecimiento de las inversiones desde Oriente Medio, territorio de origen de más de una "macrooperación". En este caso, y por lo general, los compradores "viven en Kuwait o Dubái, pero son de otros países: India, Irán" o incluso algún "israelí que de origen es ruso", detalla Thoene.
En cualquier caso, se suele tratar de personas acomodadas que buscan una "tercera o cuarta residencia", sobre todo "viviendas espaciosas". Y es que, pese al parón del Covid, el extranjero siempre tuvo un lugar "importante" en el segmento de lujo del inmobiliario catalán.
Grandes fortunas británicas
El consultor añade que, actualmente, la demanda viene principalmente de "países cercanos" desde los que se pueda venir en coche, sobre todo Francia, pero también Bélgica, Países Bajos o el suroeste alemán. En menor medida, tal vez por la resaca del Brexit, todavía se cierran operaciones con británicos, pero "los que vienen tienen un alto presupuesto", ya que los de clase media prefieren el sur de España.
Miquel Laborde, socio de la consultora Laborde Marcet, también ha percibido una mayor actividad del inversor europeo, turco, estadounidense y canadiense. También del mundo árabe: suelen mostrarse más "desconfiados", pero saben moverse en el mercado y muestran interés no solo por pequeñas propiedades inmobiliarias, sino incluso oportunidades de calado como compras de hoteles bien ubicados.
Sin rusos ni chinos
Quien todavía no ha regresado a Cataluña, según Marcet, es el cliente chino. Montse Moreno, vicepresidenta de AEPSI, coincide: "Había el chino, pero desde la pandemia no se le ha vuelto a ver". "Ruso no hay ninguno", añade la portavoz de la asociación inmobiliaria.
Son las únicas excepciones, ya que "el europeo y americano vuelve a aparecer", del mismo modo que el capital de Emiratos Árabes. Se nota especialmente la llegada de trabajadores de empresas estadounidenses que se instalan en la región. Pero en el caso de residencias vacacionales, la ventaja que ofrece la costa española está clara: lejanía de la guerra y mansiones en la playa a precios que en otros países de Europa equivalen a los de un apartamento mucho más modesto.