Las sanciones impuestas por Occidente como respuesta a la invasión de Ucrania han logrado aislar a la economía rusa. Pero también han alarmado a la industria europea, sobre la que planea la amenaza de convertirse en una de las grandes perdedoras del ostracismo aplicado sobre el Kremlin y el tejido empresarial del país más grande del mundo.
Europa, más dependiente que Estados Unidos en cuanto a importaciones desde Rusia, se juega mucho en su pulso al presidente Vladímir Putin: la crisis energética, la de los microchips, la falta de materias primas y la inflación pueden agravarse rápidamente si el Viejo Continente decide prescindir de las mercancías rusas para ganar soberanía, una tarea ya de por sí lenta y costosa.
Nuevas rutas comerciales
En este enfrentamiento, serán jugadores claves tanto China como los países que sepan leer el conflicto en clave oportunista. Moscú planea redoblar los envíos de gas y materias primas --repudiadas ahora por gran parte del mundo-- a China a cambio de garantizar los suministros a su industria tecnológica. El gigante asiático ya proporciona un tercio de los semiconductores que importa Rusia, que a su vez le vende una gran cantidad de petróleo, gas, carbón y productos agrícolas.
Una relación económica provechosa que podría mejorar ante el bloqueo comercial de Europa y EEUU, que ha puesto el foco en la industria tecnológica rusa, pero que puede dañar indirectamente al tejido productivo europeo. Washington es consciente de que su veto será poco efectivo sin la colaboración de las principales firmas chinas del sector, que difícilmente se sumarán al cerco, si bien ya preparan rutas alternativas para reforzar sus cadenas de suministro.
Xiaomi toma medidas
"Por ahora estamos buscando planes B y planes D, algo a lo que ya estamos acostumbrados por la pandemia", detalla Pedro Hunolt, vicepresidente de Ventas de Xiaomi en España. "Nos ha cambiado un poquito alguna ruta", señala sobre el nuevo escenario bélico, y añade que la cadena de suministro se ha perfeccionado durante la pandemia, lo que permitirá cambiar de proveedores rápidamente si es necesario o hacer "más acopio de compras".
Sin embargo, el fabricante asiático calcula que los semiconductores dejarán de ser un problema para la distribución de sus productos "a mitad de año". Fabio Arena, responsable de Marketing de Producto de la compañía, apunta a otro factor crucial, la priorización de mercados estratégicos ante la falta de microchips: "Para Xiaomi, España es el mercado más importante después de China y la prioridad de entregas ha sido España con respecto a otros países por la importancia que tiene para Xiaomi".
Abastecimiento a corto plazo
Un directivo de otra gran tecnológica china, Huawei, asegura que no ha recibido ninguna alerta sobre afectaciones en los suministros por la guerra de Ucrania a corto plazo. "Todos nuestros productos serán enviados a tiempo", tranquiliza William Tian, que dirige todas las operaciones de la marca en el mercado de gran consumo en Europa.
"Es tan reciente que tampoco hemos recibido una percepción de inquietud ni de abastecimiento", asegura su directora de Marketing en España, Marianna Cherubinni. "Ahora, evidentemente habrá que ver cómo se va desarrollando, porque esto está pasando cada día, entonces a lo mejor luego se tranquiliza el tema o no, veremos", matiza. "Es un tema tan caliente que todavía lo estamos analizando y estamos viendo lo que va a pasar", subraya.
Moscú, arrinconado
Manel Montero, director general del Grupo Moure, señala que, si bien Pekín ha eludido apoyar claramente al Kremlin en su ofensiva militar, "China tiene un crecimiento de consumo y necesita materias primas". Es por ello que el gigante asiático "no cierra fronteras", de modo que podría convertirse en "un beneficiado" del conflicto.
También podrían serlo, según el directivo, a causa de la volatilidad del mercado del gas y el petróleo, Argelia y los países sudamericanos que tienen recursos petrolíferos. En cuanto a Rusia, "cada vez está más arrinconada y van a ser importantes los movimientos que haga China", sintetiza Montero.
Movimientos en el comercio internacional
De confirmarse, el acercamiento económico de Rusia hacia China no será fácil. Por lo general, las empresas radicadas en Moscú y San Petersburgo tienen su principal mercado extranjero en el este y oeste de Europa.
Aunque la geografía depende de cada caso, algunas de las firmas más internacionalizadas exportan también a Oriente Medio, África, Latinoamérica y, solo de forma minoritaria, al Sureste asiático, de modo que cuesta imaginar un cambio radical en el comercio internacional en poco tiempo. Sin embargo, es Pekín quien tiene ahora la llave para ofrecer a Rusia una vía de escape en un momento en el que está acorralada en el flanco occidental.