El grupo ACS cerró 2021 con la mayor operación corporativa realizada en España y una de las más importantes de Europa durante dicho curso.
La cotizada española culminó el acuerdo con la francesa Vinci el pasado 31 de diciembre, obteniendo un cheque en efectivo de 4.902 millones de euros y unas plusvalías mínimas de 2.900 millones, un colchón con el que ACS pretende dar un paso importante en su transformación y simplificación centrándose más que nunca en las concesiones de autopistas y energías renovables.
Fortalecer la presencia en el área de autopistas
La desinversión en el área de Servicios Industriales, encabezada por Cobra, supone un antes y un después en la estrategia del conglomerado que lidera Florentino Pérez. ACS empieza 2022 disponiendo de 5.000 millones de euros con los que, según fuentes del Grupo ACS, se pretende protagonizar una fuerte inversión en energías renovables, especialmente eólica y fotovoltaica, y autopistas que permita fortalecer todavía más la presencia de la concesionaria española en estos sectores.
ACS continúa así con una estrategia que comenzó a perfilar en 2018, momento en el que se fijó el rumbo para el futuro con la adquisición del 50% de la catalana Abertis, que acaba de entrar en el mercado estadounidense con la compra de la concesión del Elisabeth River Crossing, en el Estado de Virginia. Para invertir en concesiones de autopistas, el grupo español contará, además de con Abertis, con el saber hacer de sus filiales Dragados e Iridium, que junto con Hochtief y Cimic constituyen los pilares para el nuevo desarrollo de ACS.
Una de las mayores firmas de energía verde
El acuerdo con Vinci no solo contempla el traspaso de una docena de filiales. Las dos compañías también han anunciado la puesta en marcha de una empresa conjunta en el sector de las renovables a la que se aportarán, una vez terminados y a precio de mercado, todos los activos renovables que desarrolle la División Industrial durante un periodo mínimo de ocho años y medio. La futura compañía, en la que ACS contará con el 49% de los derechos y Vinci con el 51% restante, podría convertirse así en una de las mayores firmas de energía verde en el medio plazo.
La constructora española recibirá, además, un pago variable de hasta 600 millones de euros en metálico del Grupo Vinci, a razón de 40 millones de euros por cada gigavatio desarrollado por la división industrial hasta 2028. ACS también se ha asegurado la opción de compra del 49% de todas las plantas renovables que desarrollará su ex filial Cobra junto al grupo francés.
Mantiene algunos activos
Aunque ha vendido la mayor parte de su división industrial, la constructora española sigue reteniendo una serie de activos. Se queda con activos renovables desarrollados por su grupo como por ejemplo la planta termosolar de Manchasol, el 25% de plantas fotovoltaicas en España con su socio GALP o la gran eólica offshore de Kincardine, en total valorados en más de 1.000 millones de euros.
Gracias a la transacción con el grupo francés, la compañía que preside Florentino Pérez ha ingresado en caja 4.902 millones de euros, a los que hay que sumar 77 millones más de los dividendos que la compañía ha cobrado desde marzo. De este modo, ACS obtiene una plusvalía neta no inferior a 2.900 millones de euros y valora el perímetro traspasado en 4.979 millones de euros.