2022, ¿el año (definitivo) de la recuperación del turismo?
Cataluña vende los grandes atractivos de la comunidad en Fitur, la feria internacional del sector, que se celebra hasta el domingo en Madrid y reúne a 7.000 empresas de 107 países
21 enero, 2022 00:00Los casi dos años de pandemia han habituado a la población a vivir en una constante incertidumbre que parece, a juzgar por los continuos vaivenes sanitarios, que aún persistirá durante una larga temporada. Esta situación complicada enturbia la recuperación que se venía observando durante los últimos meses en el sector turístico, uno de los principales motores económicos del país. Pasar página de forma definitiva es el principal anhelo que se respira en la Feria Internacional del Turismo (Fitur) que ha abierto las puertas en Madrid esta semana y se podrá visitar hasta el domingo. Cataluña participa en ella con todo su porfolio de actividades más punteras.
De hecho, todas las autonomías forman parte de los más de 7.000 expositores de 107 países que llenan los pasillos de Ifema con ofertas aptas para todo tipo de perfiles y bolsillos. El reto que los territorios, también el catalán, tienen por delante no es menor. Deben mantener el liderazgo en un contexto de recuperación sin las garantías suficientes de que la situación epidemiológica entrará por fin en la estabilidad pasada la sexta ola. El Covid persistirá, con o sin la gripalización que llena los titulares, por lo que hay coincidencia en reclamar adaptarse y aprender a convivir de forma segura con esta realidad incierta.
Una ansiada vuelta a la “normalidad”
Para el alcalde de Lloret de Mar (Girona) y vicepresidente del Patronato de Turismo de Costa Brava y Pirineo de Girona, Jaume Dulsat, el año que acaba de empezar “debe ser el de la recuperación”. El próximo 14 de marzo se cumplen dos ejercicios de aquella comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cambió la vida de la ciudadanía en un instante al decretar por primera vez en la democracia moderna un confinamiento por razones sanitarias. “Los últimos 22 meses han sido los más duros de la historia del turismo, especialmente en 2020”, apunta el empresario a Crónica Global, un duro golpe difícil de encajar.
Muchos se han quedado en el camino. Con todo, explica que la adversidad no ha vencido al potente sector turístico que “se ha sabido adaptar, ha sido valiente y resiliente”. Asegura que ahora tienen los deberes hechos y que les falta “una cierta vuelta a la normalidad y recuperar mercados tradicionales y necesarios como es el británico”. El visitante francés, al que consideran de proximidad por la cercanía, el catalán y el español han sido claves durante este prolongado y complicado periodo para que la actividad sobreviva.
Optimismo por los visitantes de invierno
Las expectativas son bastante halagüeñas. Las cifras de visitantes en Costa Brava y Pirineo de Girona del pasado verano fueron “excelentes” y en lo que va de invierno también son buenas. “Tenemos la esperanza de que todo se pueda reactivar”, indica Dulsat. Los empresarios de esta parte privilegiada de la costa mediterránea son conscientes de los hándicaps a los que se enfrentan: las nuevas variantes del virus, las vacunas y, sobre todo, las medidas adoptadas por los países en cuanto a recomendaciones de viajar o la obligatoriedad de cuarentenas. Todo ello marcado por los intereses geopolíticos arbitrarios cuya solución se escapa a sus manos, tal y como relatan los expositores de Fitur.
El extraordinario patrimonio monumental y paisajístico del litoral de Girona, sumado a una excelente gastronomía, componen los tres pilares fundamentales sobre los que fundamentan su proyección turística. “En Semana Santa se puede esquiar en Puigcerdá y al cabo de una hora y media comer una paella en L’Escala, mojándote los pies en el agua”, remarca el empresario como punto fuerte de la oferta que presentan en Fitur.
En cuanto a la alta gastronomía, subraya que “en las comarcas gironinas tenemos el ratio de Estrella Michelin más alto, por 1.000 habitantes, de toda España. Nuestro territorio es la casa de los hermanos Roca, la Fina Puigdevall de Les Colls, la de Paco Pérez del Miramar y de muchos otros restaurantes reconocidos de forma internacional”.
Cataluña presume de territorio
La capital, Barcelona, es otra de las propuestas que se presenta al gran público en el evento internacional. Su marca ha sufrido en los últimos años, --atentados terroristas, procés, macrobotellones, inseguridad…-- aunque aún está fuerte. Su principal atractivo es que posee algunas de las joyas arquitectónicas modernistas más importantes de toda Europa.
Además, ofrece un amplio catálogo de actividades para disfrutar durante todo el año ya sea en sus conciertos y festivales de música como el Barcelona Obertura Spring Festival, el Sónar o el Primavera Sound, o visitando sus prestigiosos museos: el Museo Picasso, la Fundación Antoni Tàpies, la Fundación Joan Miró, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Cataluña) o el recientemente inaugurado MOCO Museum, un espacio consagrado al arte moderno contemporáneo.
Sol y playa y montaña
La Costa Daurada hace gala de sus playas y también de su patrimonio. Tarragona y su imponente legado romano, Salou, Cambrills, El Vendrell o Callafell se reafirman como destinos de costa por excelencia además de potentes focos turísticos. Más al sur, una gran parte del territorio de Terres de l’Ebre está catalogado como Reserva de la Biosfera desde 2013 y ha sido distinguido como uno de los 100 mejores destinos turísticos sostenibles del mundo. Además, en los últimos años se ha convertido en el escenario de descanso ideal para el público nacional, especialmente el aficionado al kitesurf.
Lleida presume de su rico patrimonio cultural y natural reconocido por la Unesco. Acoge uno de los enclaves más importantes de arte rupestre del Arco Mediterráneo con más de 700 yacimientos. De todos ellos, 16 se ubican en las comarcas leridanas como son las iglesias románicas de la Vall de Boí; el Geoparque Conca de Tremp-Montsec o el Parque Nacional de Aïguastortes i Estany de Sant Maurici o el Montsec que además es reserva Starlight.
‘Vall d’Aran tot l’any’
Los 633,46 km cuadrados de superficie de la Val d’Aran son un destino de turismo activo y naturaleza por excelencia. Numerosas rutas y sederos recorren este territorio en el que más del 30% se encuentra por encima de los 2.000 metros. Durante la temporada de invierno es por tanto un punto de encuentro para los aficionados a los deportes de nieve.
Lo mismo que en los Pirineos de Cataluña que cuentan con diez estaciones de esquí alpino y seis de esquí nórdico. Además, la zona cuenta con un valiosísimo patrimonio de arte románico y múltiples propuestas para disfrutar del cicloturismo, los deportes de aguas bravas y del senderismo. Propuestas que conquistan a los locales, hecho que les ha propiciado sobrevivir mejor las carencias de la pandemia, pero que también aspiran a vender a nivel internacional.