El Ibex es el peor índice a tres años entre los principales indicadores mundiales / EP

El Ibex es el peor índice a tres años entre los principales indicadores mundiales / EP

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El Ibex 35 deja a la gran empresa a merced de los oportunistas

El indicador español es el peor de las grandes bolsas desde 2019 (-9%) y plazas como París, Fráncfort o Wall Street avanzan más de un 34%, lo que lleva al Gobierno a prolongar el escudo antiopas

4 diciembre, 2021 00:00

La bolsa española está a punto de cerrar un nuevo año para olvidar en cuanto a su rendimiento, aunque la perspectiva a medio plazo dibuja un panorama aún peor, que sitúa al Ibex 35 como el de peor rendimiento entre los principales indicadores de todo el mundo. Un escenario que ha dejado a las grandes compañías del país en una situación muy vulnerable ante el apetito por las gangas de inversores oportunistas, hasta el punto de que el Gobierno, a instancias de algunas de estas corporaciones, ha ampliado un año más el llamado escudo antiopas.

Los números son concluyentes. En los últimos tres años, las diferencias entre el comportamiento del Ibex y el de los indicadores de su entorno son poco menos que dramáticas. Desde 2019, el selectivo de la bolsa española se deja algo más de un 9%. No se trata del único de los grandes índices europeos que presenta un balance negativo en este periodo, sino que, además, esa cifra contrasta con los avances experimentados desde 2019 por plazas como Fráncfort, Milán y París, que han sido además prácticamente calcados, en torno al 34%.

Acusa la crisis

Tampoco resiste el paralelismo con el índice paneuropeo EuroStoxx 50 (que incluye las mayores empresas de la zona euro), que se ha revalorizado un 28%, o con el Dow Jones de Wall Street, que avanza un 37%. Muy lejos quedan mercados como Ámsterdam, con un imparable crecimiento del 47,5%, o el S&P 500 norteamericano (+66%). Y directamente en otra dimensión se encuentra el tecnológico Nasdaq, con subidas próximas al 110% en el último trienio.

Este pobre rendimiento de la bolsa española, que ha acusado de forma muy notable la crisis del coronavirus y la errática recuperación de la economía nacional, ha tenido su lógica traslación a la valoración de las grandes empresas. Lejos quedan aquellos tiempos en que corporaciones como Telefónica o Santander eran inabordables dado que su capitalización bursátil llegaba a superar la cota de 100.000 millones de euros.

Entre los diez peores

A menos de un mes para cerrar 2021, el banco que preside Ana Botín no llega a la mitad de esta cifra mientras que el valor bursátil de Telefónica no alcanza los 21.000 millones de euros.

No en vano, ambos figuran entre los diez peores valores del Ibex 35 en ese nefasto periodo de tres años. El rendimiento de la operadora, que pierde un 51,1% de su capitalización desde 2019, tan sólo es empeorado por el de IAG, con descensos cercanos al 78%. Mientras, la entidad financiera ha perdido más de un 30% de su valor.

El aviso de KKR

Son casos llamativos pero no precisamente excepcionales en el parquet español. Valores como Caixabank y ACS han retrocedido en torno al 35% en el trienio mientras que los descensos que acumula Repsol se van por encima del 24%.

En los últimos días, los mercados se han visto sacudidos por la ofensiva de KKR sobre Telecom Italia, una de aquellas empresas otrora inabordable, pero que, hasta el momento de recibir la oferta del fondo acumulaba pérdidas del 38% en los últimos tres años, en los que su capitalización se había reducido por debajo de los 10.000 millones.

Notable descuento

Tras conocerse la noticia, la cotizada europea del sector que reaccionó con mayor vigor fue Telefónica, señal nítida de que el mercado sospecha que podría ser objeto de la siguiente oferta en el sector por parte de los grandes inversores institucionales que siguen moviéndose en un escenario caracterizado tanto por el exceso de liquidez como por un precio del dinero en mínimos históricos.

A la hora de llevar a cabo una inversión de calado, el atractivo de las operadoras italiana y española contrasta con el de comparables como la alemana Deutsche Telekom y la holandesa KPN, que cotizan actualmente en precios muy similares a los de hace tres años. Es decir, sin el más que llamativo descuento de las anteriores.

Inquietud empresarial

En una de sus últimas reuniones, el Consejo de Ministros acordó extender durante un año su capacidad para bloquear cualquier inversión extranjera en una compañía española de un sector considerado como estratégico que supere el 10% del capital.

Previamente, varias de las grandes compañías habían expresado al Ejecutivo su inquietud por la valoración que están recibiendo de los mercados que, en opinión de los principales ejecutivos, no se corresponde con los fundamentales de las empresas, muchas de las cuales han recuperado en tiempo récord sus cifras de negocio previas a la pandemia. A pesar de esta circunstancia, no sucede lo mismo con sus precios en el parquet.

Los casos de Naturgy y Prisa

En este año, el llamado escudo antiopas ya se puso en práctica con la oferta del fondo IFM por el 22,7% de Naturgy, que finalmente fue aprobada por Moncloa pero con condiciones para asegurar cuestiones relacionadas con el empleo, las inversiones y la permanencia tanto de la sede de la energética en España como de su calidad de cotizada en bolsa.

En la actualidad, el Gobierno analiza la solicitud de la francesa Vivendi de alcanzar hasta un 29,9% del capital de Prisa, de la que ya controla cerca de un 10%, precisamente el límite establecido para precisar la autorización del Ejecutivo.

Sin apenas avances en 2021

Tras una nueva semana de retrocesos, el Ibex 35 está cerca de perder todo el terreno que había avanzado durante 2021. Al cierre de la sesión del viernes, su revalorización desde enero se sitúa por debajo del 2%. Un rendimiento que confirma su condición como el índice más flojo de Europa. Los más cercanos a este rendimiento son Londres y Fráncfort, pero con avances superiores al 10%.

En el caso de la plaza alemana, además cotiza en zona de máximos históricos, igual que París, que desde enero sube más de un 21%. A más de un 50% de distancia de sus máximos de siempre, el Ibex se conformaría con recuperar sus cotas prepandemia. Pero incluso ese objetivo es hoy en día inalcanzable: el selectivo de la bolsa española aún cotiza un 18% por debajo.