El crédito a empresas se reduce a mínimos de cuatro años

La patronal de la pequeña y mediana empresa (Cepyme) ha alertado sobre las cifras de volumen del nuevo crédito destinado a las empresas correspondientes a la primera mitad del año, que registran mínimos de los últimos cuatro ejercicios en lo que se refiere a un periodo semestral. En concreto, según los datos del Banco de España, el volumen de nuevas operaciones de crédito a empresas entre enero y junio de 2021 fue de 146.860 millones de euros, la más reducida en un tramo de seis meses desde la segunda mitad de 2016.

Mínimos históricos

Incluso, si se toma como referencia únicamente los primeros semestres, la cuantía es la más reducida desde el inicio de la serie histórica, aunque bien es cierto que ésta no es particularmente larga ya que los primeros datos se corresponden con el ejercicio 2010.

No obstante, sí resultan de alguna forma significativos porque recogen ya la parte más complicada de la anterior crisis financiera, que estranguló las cifras de crédito, en este caso tanto a empresas como a particulares, dadas las dificultades por las que atravesaba por entonces el sector bancario.

Riesgo creciente

En este punto, el escenario es ahora diferente, con las entidades mucho más saneadas y con cotas de solvencia vigiladas por el Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, precisamente esas exigencias regulatorias no juegan a favor de la fluidez del crédito en épocas tan complicadas para las empresas como las actuales.

Las dificultades en las que se encuentra un buen número de pymes en España como consecuencia de la pandemia hace que su perfil de riesgo se incremente y su acceso al crédito se reduzca, una vez que ya no disponen de las líneas de liquidez con el respaldo del Estado a través del ICO que el Gobierno puso en marcha al inicio del primer estado de alarma, a mediados de marzo del pasado año.

Escasa visibilidad

El presidente de Cepyme, Gerado Cuerva, recordó este miércoles que el 70% de las pymes españolas cerró 2020 con resultados negativos, lo que supone un obstáculo a la hora de acceder a un crédito; una circunstancia que, bajo su perspectiva, se acentuará aún más en los próximos meses.

Del lado de la demanda, son estas malas perspectivas las que hacen que las pymes hayan reducido de forma notable la solicitud de crédito ante la falta de visibilidad y de proyectos concretos en los que invertir; de este modo, la mayoría del crédito concedido a estas compañías se ha destinado a refinanciar deuda ya existente.

Obstáculos añadidos

Durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Cuerva alertó sobre el complicado horizonte desde el punto de vista crediticio que se suma a otros obstáculos que deberán asumir las pymes en la senda de su recuperación, entre los que destacó el mayor gasto que van a suponer factores como la subida del salario mínimo interprofesional y las mayores partidas fiscales que incluyen los Presupuestos Generales del Estado para 2022, aprobados este jueves en el Congreso de los Diputados.

Además, las empresas se enfrentarán probablemente a una subida de las cotizaciones sociales en los próximos años, como planifica el Gobierno en el marco de la reforma de las pensiones; un factor que ha llevado a la patronal a levantarse de la mesa de las negociaciones, pese a haber firmado un acuerdo para aprobar la primera fase.

Ganar tamaño

Tampoco conviene olvidar las dificultad sobrevenida de la notable subida de los costes energéticos, que ha arrastrado a su vez a buena parte de las mercaderías, en una espiral inflacionista que no parece que vaya a detenerse durante los próximos meses.

Cepyme ha hecho numerosos llamamientos al Gobierno para incentivar tanto la inversión en pymes como la ejecución de operaciones de consolidación, que permitan a estas compañías ganar tamaño y, de este modo, afrontar periodos de crisis como el actual con mayores garantías. En España, la pequeña empresa cuenta con una media de dos trabajadores, seis veces menos que en Alemania.