La familia Molleví ha fichado al chef Marc Roca para las cocinas de su primer hotel en Barcelona. El cocinero gestionará el restaurante del Antiga Casa Buenavista, ubicado en el número 84 de la céntrica ronda Sant Antoni, que culmina sus obras de reforma para abrir sus puertas en 2022.

Tal y como informó Crónica Global, la saga andorrana logró sortear la moratoria hotelera aprobada por el primer gobierno municipal de los comunes. La familia solicitó una licencia de obra mayor en febrero de 2015, seis meses antes de que el consistorio decretase el veto a los alojamientos turísticos y dos años antes de la aprobación del plan especial urbanístico de alojamientos turísticos (Peuat).

Discípulo de Gaig

Casi siete años después, la finca ultima su remodelación para inaugurar un lujoso alojamiento turístico en el Ensanche. La propiedad ha escogido al cocinero de origen leridano, dueño del restaurante Blau fundado en 2008, para hacerse cargo de los fogones del hotel. Aparte de la carta y el menú diario de Blau, Roca también cuenta con un servicio de cátering para grandes empresas.

El profesional puede presumir de haber trabajado codo a codo con Carles Gaig en el restaurante homónimo del reputado cocinero catalán, pero también ha prestado servicios en otros establecimientos como El Rincón de Pepe --una referencia gastronómica en Murcia con dos estrellas Michelin--, Dorado Petit o Can Boix. Anteriormente gestionó otro local en Begur (Girona), también llamado Blau, antes de trasladar su negocio a la capital catalana.

Familia hotelera

El cocinero ha confirmado su involucración en el proyecto hotelero, pero ha declinado ofrecer más detalles. Tampoco los gestores del activo han respondido a los requerimientos de este medio. En principio, el hotel será un cuatro estrellas con 44 habitaciones y plazas de aparcamiento propias. En una publicación en su cuenta de Instagram, el restaurante del Buenavista presenta una oferta integral de desayuno, vermut y tapas, comida y cena, menú degustación y menú de grupo.

Los Molleví no fungen solamente como inversores, sino como gestores del alojamiento. De hecho, la familia tiene experiencia directa en el sector como gestores del Hotel de l'Isard en Andorra la Vella. Anteriormente, los dueños del Buenavista habían llegado a operar muchos más establecimientos bajo la marca Hotansa, entre ellos en Andorra Park Hotel, que llegó a ser uno de los más exclusivos del enclave pirenaico. Posteriormente, Hotansa fue pasando de manos hasta recalar en la familia Rebés.

Barrio en transformación

El Buenavista se ubicará en un barrio barcelonés que ha experimentado una intensa transformación durante los últimos años. La modernización del mercado de barrio, sumado a la peatonalización de algunas calles aledañas, han convertido esta parte del Ensanche en otra zona de interés tanto para los locales como para los extranjeros.

Aunque Sant Antoni también ha experimentado las tensiones habituales en este tipo de desarrollos. Las rentas de alquiler han aumentado en la zona fruto de este renovado interés inversor, y algunos vecinos se quejan de saturación turística en los alrededores. De hecho, el gobierno municipal se vio obligado a limitar el acceso al mercado para frenar aglomeraciones. El nuevo proyecto de los Molleví se estrenará en pleno auge de esta reconversión urbana.