La startup catalana Wallbox, especializada en las soluciones de carga para coches eléctricos, ha debutado este lunes en la bolsa de Nueva York. La empresa emergente ha empezado a cotizar en Wall Street gracias a su alianza con Kensington Capital Acquisition Corp. II, un vehículo de inversión de propósito especial --spac, por sus siglas en inglés--.
La operación llega en plena fase de expansión internacional para la compañía, que quiere liderar un mercado clave en la transición hacia las nuevas formas de movilidad. Para ello, Wallbox está implementando una estrategia omnicanal y ha introducido la función de gestión de la energía Eco-smart en su catálogo para aumentar el consumo de energía sostenible de sus usuarios.
Estreno bursátil
"Nuestra entrada en los mercados públicos representa el paso natural para nuestra empresa, ya que la demanda de infraestructuras de carga de vehículos eléctricos y de gestión de la energía está creciendo constantemente en todo el mundo", ha afirmado el consejero delegado, Enric Asunción.
Wallbox empezará a cotizar hoy con el símbolo WBX y con un valor nominal de 8,07 dólares por cada título de clase A. Uno de los primeros compradores ha sido el presidente del BBVA, Carlos Torres, que ha adquirido 381.006 acciones, según ha adelantado Vozpópuli. Tras la salida a bolsa de la empresa, la valoración de la compañía ha alcanzado los 1.293 millones de euros (1.500 millones de dólares). Así, Wallbox se convierte en el nuevo unicornio tecnológico español --startups con una valoración superior a los 1.000 millones de dólares--.
Cheque de 215 millones
Además, el estreno bursátil ha permitido levantar 217 millones de euros (252 millones de dólares) mediante un acuerdo de fusión con Kensingon --la catalana estimaba 330 millones de dólares que aspiraba como máximo--. Se espera que los fondos de la transacción respalden las iniciativas estratégicas de crecimiento de la tecnológica, incluida la instalación de una fábrica en Estados Unidos en 2022 y el refuerzo de un catálogo global de puntos de recarga para vehículos eléctricos en distintos segmentos.
Como ha explicado Asunción, este cheque permitirá financiar las operaciones de capex, opex y otros gastos para lograr un resultado bruto positivo en 2024 --Wallbox cerró el primer semestre de 2021 con un crecimiento de sus ingresos de más del 300% interanual, pero está lejos del break even--. Tras el pacto con Kensington, la spac se integrará en el accionariado de la marca con la adquisición de 15 millones de acciones, aunque el 83% del accionariado seguirá en manos del equipo fundador y de los tres socios principales --Iberdrola, Cathay Innovation y Seaya Ventures--. Los fundadores, además, retendrán la mayoría de los derechos de voto en el consejo de administración.
Gama integral
Por otro lado, el consejero delegado ha incidido en la estrategia holística de la compañía para ofrecer una gama completa de soluciones adaptada a cada tipo de cliente. Así, Wallbox ha resaltado que ya cuenta con productos para carga en la oficina, en el hogar y también en infraestructuras.
En cuanto a la distribución de la facturación, el ejecutivo ha destacado el contrato con Iberdrola, que supone un 10% de las ventas de la empresa a nivel global. Asimismo, el director financiero de la firma, Jordi Lainz, ha previsto que el 17% de las ventas en 2025 sean de productos de carga pública, el 36% de carga doméstica y el 27% de carga en oficinas, mientras que el resto de facturación procedería de instalación de accesorios o actualizaciones de software. La startup espera facturar el 16% en EEUU para ese ejercicio, pese a que solo lleva siete meses en el país.
Ahorro energético
Las tecnologías de gestión energética también son otro aspecto que el fabricante quiere reforzar a corto plazo. "El 70% de los usuarios está usando la función de gestión energética para no exceder la máxima potencia de la casa y solo conectarse con paneles solares", ha apuntado el emprendedor.
Asunción ha destacado el control de la cadena de suministro de forma vertical y la integración de todos los procesos de producción por parte de la marca, un valor que para el directivo distingue a la compañía frente a sus competidores.