La terraza del Calderón, cuya operación de venta ha sido la principal del sector hotelero en Barcelona en los últimos meses / NH HOTELES

La terraza del Calderón, cuya operación de venta ha sido la principal del sector hotelero en Barcelona en los últimos meses / NH HOTELES

Business

Los fondos de inversión irrumpen en el sector hotelero

Las operaciones de venta del Grand Hotel Central, del Calderón, Nobu e Ítaca en Barcelona evidencian un cambio en el modelo empresarial

10 julio, 2021 00:00

El perfil empresarial del sector hotelero en Cataluña, tradicionalmente en manos de grupos familiares, ha iniciado un proceso de transformación en el que los fondos, gestoras e inversores, especialmente internacionales, cobran cada vez más peso. Una transición que se ha visto acelerada por la pandemia, dada la falta de liquidez que sufren los empresarios y cadenas de un sector que, solo en Barcelona, lleva perdidos 2.500 millones de euros por los cierres y la crisis del turismo.

Prueba de estos cambios son las recientes operaciones inmobiliarias que se han cerrado en la capital catalana, como la venta del Grand Hotel Central, que ha pasado de Único Hotels, de la familia Guardans, a la gestora londinense Schroeders en una operación de 93 millones de euros. Una transacción que se añade a la compra de Selenta Hoteles por parte de Brookfield o la adquisición del Gran Hotel Calderón de Barcelona --hasta ahora en manos del grupo NH-- por 125,5 millones por parte de Lasalle Investment Management; “la operación más relevante del semestre en Barcelona”, según apuntan fuentes del sector.

Los inversores movilizan 2.000 millones

Otras transacciones que ya caminaban en este rumbo hace unos meses incluyen la venta, por 80 millones de euros, del hotel Nobu, que fue cedido por Selenta Group a la gestora de fondos ASG; y la del hotel Ítaca, de la que se deshizo H10 en una operación de sale and lease back cerrada con una oficina de gestión de patrimonios familiares local en la que la cadena hotelera mantiene la gestión del negocio.

Según cálculos de la firma canadiense de asesoramiento inmobiliario Colliers, en la primera mitad del año la inversión en las propiedades hoteleras españolas ha alcanzado los 1.094 millones de euros, más que en todo el año pasado. A ello hay que añadir otros 2.000 millones de euros en posibles operaciones en curso, de las que la mitad están ya cerradas o son “muy tangibles”.

Hacia el modelo estadounidense

Laura Hernando, directora de la división de Hoteles de Colliers, destaca “la tendencia positiva de tener un mercado más profesionalizado”, ya que, según ella, la evolución que está viviendo el sector en España lo acerca a su homologación en las dinámicas internacionales. “A diferencia de Estados Unidos, en nuestro tejido hotelero a las propias hoteleras les ha gustado normalmente tener activos en propiedad, cosa que no es lo normal fuera de nuestras fronteras y en las grandes cadenas internacionales”, señala.

La ejecutiva asegura que “lo que venía ocurriendo en Barcelona en los últimos años era una escasez relevante del número de operaciones” inmobiliarias en el sector, ya que “la moratoria hotelera lo que había provocado es que los propios empresarios no quisieran desprenderse de hoteles”. Una situación que disparó los precios por encima de lo que la mayoría de fondos estaban dispuestos a pagar, y que se ha corregido por la situación económica unida a la crisis epidemiológica. “No todas las operaciones ocurren a precios de estrés ni de descuento”, aclara Hernando, que cita como ejemplo la venta del Gran Hotel Calderón. “Esta operación, antes no hubiera existido”, indica.

Los inversores entran en el mercado

“Interés en Barcelona siempre ha habido”, coincide Manel Casals, director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, que comparte análisis con Colliers. “La diferencia es que hace dos años no se podían hacer nuevos hoteles, era muy difícil comprar cualquier inmueble hotelero en Barcelona y prácticamente no había transacciones”, apostilla. “Los inversores se encuentran con que ahora pueden acceder al mercado hotelero de la capital catalana y antes no podían”.

“En los últimos meses ha habido más transacciones de las que son habituales”, señala Casals, que achaca la situación a los estragos de la crisis en el sector: “La gente que está en la hotelería no quiere sufrir, ya hemos sufrido mucho y por eso se están haciendo estas transacciones”. De cara al futuro, el director del gremio cree que los empresarios optarán por “esperar” antes de dar los siguientes pasos, de modo que dependerá de la evolución de la vacunación y la pandemia que se retomen las estrategias de expansión truncadas en muchos casos por el Covid. No obstante, la asociación empresarial da el verano “por perdido”, con todas las esperanzas depositadas en el próximo Mobile World Congress y los eventos internacionales previstos en Barcelona de cara a febrero de 2022.