España tiene una oportunidad enorme tras la pandemia del Covid. Su modelo económico presenta graves disfunciones, la bronca institucional es continua y el modelo territorial, con el protagonismo del movimiento independentista, está cuestionado desde distintos ángulos. El Círculo de Economía es consciente de todo ello y reclama un nuevo modelo territorial, con importantes reformas en el terreno económico y social, para relanzar, precisamente, el conjunto de España. “Una reforma consensuada del modelo territorial contribuiría decisivamente a reactivar el proyecto colectivo de España y liberaría energías para concentrarlas en los grandes retos que plantean la revolución tecnológica, la sostenibilidad ambiental y la competencia global”, señala el lobi empresarial.
En vísperas de las jornadas económicas del Círculo de Economía, --entre el 16 y 18 de junio— la institución ha elaborado una extensa nota de opinión en la que concentra todos los debates que ha abordado en los últimos meses, en el ciclo España en el contexto geopolítico de la postpandemia. Ahora, con un nuevo clima político, con un posible entendimiento entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Govern que preside Pere Aragonès, y que pasa por los indultos a los políticos independentistas presos, el Círculo de Economía defiende dos mensajes que se consideran compatibles. Pone su atención en Madrid, como poder político y como comunidad autónoma, para que “no conciba el resto de España como su caja de resonancia”. Y también en el independentismo para que entienda y explique “con honestidad a su electorado” que “en una democracia representativa, reconocida internacionalmente como un Estado de derecho y plenamente integrada en Europa, los experimentos unilaterales no son admisibles”.
Financiación y ordinalidad
El lobi empresarial, que preside el abogado y empresario Javier Faus, sin embargo, no carga las tintas con el mismo peso en un lado y en otro. Insiste en que Cataluña debe salir del marasmo y que el objetivo no puede ser otro que el de retomar su papel histórico como motor del conjunto de España. “Cataluña debe salir de la parálisis actual y centrar todas sus energías, que son muchas y poderosas, en volver a ser el motor económico de España, y lo tiene todo para serlo de nuevo”.
El tejido económico catalán ha defendido en los últimos meses una misma línea. El Círculo de Economía, con la participación de Faus, estuvo al lado de Foment del Treball en el acto de la pasada semana en Esade para reclamar la ampliación de la tercera pista del aeropuerto de El Prat, y también en el mes de marzo cuando, --también Foment-- organizó un acto más vehemente para que todos los esfuerzos de las distintas administraciones, y de la Generalitat en concreto, se centraran en la recuperación económica. Pero cada institución mantiene su propio papel, y el Círculo de Economía ha querido mantener sus peticiones más clásicas: se pide un modelo de financiación para Cataluña para “implantar el principio de ordinalidad”, y las inversiones en infraestructuras que “se deben guiar por criterios de racionalidad económica y deben orientar la economía hacia una estructura nodular y descentralizada”. La inspiración es un modelo federal, con una idea central, en una clara alusión al independentismo: “Una dinámica de confrontación directa con Madrid no nos comportará más que el fracaso y la frustración”.
Advertencia al independentismo
La nota insiste en el mensaje hacia el nuevo Govern de Pere Aragonès: “El soberanismo debe poner las luces largas, y entender que su proyecto, si tiene viabilidad, será a largo plazo. Mientras, se debe hacer política en España y las alianzas más evidentes se encuentran en el eje mediterráneo”. Esa mención es una clara alusión al papel que está ejerciendo la Comunidad Valenciana, con su presidente Ximo Puig a la cabeza, que ha incidido en lograr una visión periférica de España para establecer un modelo territorial distinto, con distintos polos económicos y políticos. Una apuesta, pese a los diferentes acentos, por España.
En ese punto, el Círculo de Economía considera que las elites en Madrid deberían cambiar su actitud, con una crítica a su política fiscal. “Madrid debe ser consciente que el efecto de la capitalidad le favorece, que se acentúa con la presencia de las sedes de las principales empresas y que eso implica una responsabilidad importante. La capitalidad de Madrid no puede actuar como una aspiradora de recursos del resto de España. No asumir una posición consciente de su papel como capital puede provocar que en el resto del país haya una fuerte desafección”, reza el documento.
La apuesta es que el conjunto de España esté más interconectado, con políticas de “cooperación” entre ciudades y comunidades autónomas, “para presentar un modelo territorial basado en la pluralidad y la cohesión territorial”. Y se insiste en que el camino debería ser el de “avanzar hacia un modelo federal, que, siguiendo el ejemplo alemán, promueva la distribución de las estructuras estatales”.
Reformas para 'salvar' a los jóvenes
Ese cambio en el modelo territorial debería servir, a juicio del Círculo de Economía, como palanca para un salto cualitativo en la economía española. El lobi empresarial que preside Javier Faus aborda la mejora del sistema productivo, el entorno institucional, la gestión pública y las políticas sociales, además del modelo territorial. Y la petición es que no se desaproveche los fondos europeos para mejorar la productividad, para que el paro estructural se pueda dejar atrás y, principalmente, el paro juvenil. Lo que está en juego, se señala, es el equilibrio intergeneracional: “Sólo preparando a los jóvenes más y mejor, proporcionándoles ayudas e incentivos para emanciparse e invirtiendo en la formación continuada durante todo el ciclo de vida activa se podrá revertir este lamentable bucle”.
Pero, ¿cuál es el problema de fondo? El Círculo ahonda en la falta de consensos sobre las grandes reformas económicas y sociales. Y reclama “políticas reformistas consensuadas que una mayoría parlamentaria acepte de cara a los próximos diez años. Reformas que inviertan en la gente y en el talento que tienen, que las políticas públicas, a menudo, lastran”. Los empresarios del Círculo remachan como advertencia: “Si España cambia toda la política económica, industrial y educativa cada cuatro años, no logrará nunca los niveles de bienestar y cohesión de los países homólogos europeos”.
El premio a Draghi
Y ya desde un punto de vista netamente empresarial, el Círculo asegura que se “constata” una “bajada progresiva de los niveles de seguridad jurídica”, al entender que “las inversiones, como los ciclos de innovación, se piensan para períodos largos”. Todo ello sin olvidar “una fiscalidad justa y ciertamente progresiva, pero nunca desincentivadora o confiscatoria. Portugal es un buen ejemplo de que es posible lograrlo”, lo que constituye otro mensaje claro al Govern de la Generalitat, que mantiene uno de los tramos autonómicos del IRPF más altos en el conjunto de España.
El Círculo ha invitado en sus jornadas a los principales responsables de las grandes empresas del Ibex, y a los presidentes autonómicos. Y ha creado, en esta edición, la primera que se celebrará en Barcelona, en el Hotel W, después de muchos años de convocarlas en Sitges, el Premio a la Construcción Europea, que entregará a Mario Draghi. El jefe del Ejecutivo italiano y expresidente del Banco Central Europeo, clausurará las jornadas con una intervención que se espera con ansiedad, con la idea de que puede ser un buen termómetro para conocer de primera mano la situación económica y política de la Unión Europea.