La FP dual, la solución alemana que busca hueco en las empresas catalanas
El ciclo de química industrial impulsado por Basf ilustra una modalidad que ha crecido en la última década en Cataluña pero aún necesita consolidarse
17 mayo, 2021 00:00La formación profesional (FP) dual va camino de cumplir su décimo aniversario en Cataluña. Desde que esta modalidad se introdujo en 2012, 24.113 alumnos se han matriculado en alguno de los ciclos homologados por la Generalitat. Sin embargo, el Covid-19 ha repercutido negativamente sobre las inscripciones de estudiantes. El año pasado, 7.811 jóvenes se apuntaron a la FP dual frente a los 9.280 matriculados en el curso 2018-2019.
Un retroceso que no desalienta a las empresas y centros educativos comprometidos con este proyecto de inspiración alemana. Inspiración y algo más en el caso de Basf, el gigante teutón con presencia en Tarragona. La multinacional química lanzó en 2013 un programa de formación dual transnacional que capacita anualmente a 20 operadores de planta en colaboración con el instituto Comte de Rius (Tarragona).
Carles Navarro: "El modelo de formación de FP dual es apto para pequeñas y medianas empresas." / CG
Salto a Alemania
Rosa Marsal, responsable de recursos humanos de Basf, explica que estos alumnos combinan la enseñanza teórico-práctica con clases de lengua alemana. "Los chicos y chicas que hacen nuestro dual salen con un nivel certificado de B1", detalla la ejecutiva. En total, los matriculados realizan 1.320 horas teóricas y 1.000 horas de practicum. Marsal explica que la posibilidad de obtener un empleo bien remunerado en el extranjero es uno de los principales alicientes de la oferta --que se complementa con otra FP dual de ámbito local organizado por la corporación--. De ahí que la versión internacional reciba en cada edición entre 500 y 700 solicitudes.
Los estudiantes realizan estancias prolongadas a lo largo de dos años en la fábrica de Ludwigshafen que el grupo posee en Alemania. Allí desarrollan prácticas retribuidas junto a sus futuros compañeros de trabajo. Todo ello antes de obtener el título. Una experiencia que, para los aspirantes consultados por Crónica Global, supone toda una oportunidad ya que va unida a la promesa de un puesto fijo en la central alemana.
Oportunidad laboral
"Volvería a hacer el ciclo sí o sí. Cuando acabé un ciclo medio tiré el currículum para empezar el superior en química industrial. La idea de tener muchas salidas laborales me atrajo", resume Jose Luis Llagostera, miembro de la octava promoción de la FP dual de Basf. A este joven todavía le quedan unos meses para graduarse, pero Carla Meca ya está trabajando en Alemania. "Cuando terminé el bachillerato científico tenía claro que me gustaba la química... pero no sabía si hacer un ciclo o una carrera. Ahora es mi primer año aquí y me ha tocado mudarme en pleno Covid", reconoce.
También Narcís Almena, director del instituto tarraconense, expresa su satisfacción por el desarrollo del ciclo, que no es el único en su categoría que ofrece este centro --tienen otro dual en colaboración con Repsol--. "Lo que queda por hacer tanto entre las familias como los docentes es animar a que la primera opción que elijan los alumnos no sea siempre la universidad, sino también la formación profesional", expresa.
Periodo de asentamiento
"Con propuestas así se consiguen crear perfiles experimentados en el mercado que, una vez terminan su formación, están preparados para incorporarse a la empresa porque han realizado el onboarding durante su periodo de prácticas", detalla Marsal. Por tanto, si esta especialización formativa provee un win-win para los futuros trabajadores y para las empresas, ¿por qué no alcanza todavía las cuotas de otros países?
Se estima que en Cataluña solo el 5% de estudiantes de la FP lo hacen en una modalidad dual. En Alemania, este guarismo asciende hasta el 40%. Según los expertos del sector, se trata en parte de una simple cuestión de rodaje. "Es una oferta incipiente que empezó en plena crisis y ha sufrido el bache del Covid", explica Melcior Arcarons, responsable de poner en marcha la modalidad en 2012 bajo el Govern de Artur Mas.
Diferencias con Alemania
"El alumno entra en la empresa con un estatus formalizado, sea un contrato o una beca, y aprende en la escuela y el centro de trabajo. Además, desde el principio empieza a cotizar para su futura jubilación en que la será seguramente su primera cotización. El modelo es positivo", resume. Aunque añade que "no podemos esperar tener la misma proporción que Austria, Suiza o Alemania", ya que en estos países el sistema hunde sus raíces en la historia.
De hecho, la vía de entrada es distinta. "En Alemania, el alumno busca a una empresa para que lo contrate como aprendiz y luego la empresa se encarga de hallar un ciclo formativo. Aquí es el alumno quien acude al centro como puerta de entrada", expone. Arcarons destaca otro hecho obvio: "Habrá alumnos, además, que no querrán hacer más horas prácticas que sus compañeros", puesto que existe una diferencia de 600 horas entre la FP dual y la ordinaria.
Satisfacción transversal
Más allá de estas diferencias, la satisfacción sobre la implantación de la iniciativa en la comunidad es unánime entre los actores implicados. "El 90% de las empresas quieren repetir un programa de PF dual. En el caso de los alumnos, el resultado es el mismo. Todos los indicadores son positivos", informa Jesús Martín Rivera, miembro de la secretaría de formación profesional en UGT.
"En el sindicato hemos apostado por la FP dual, por el knowing by doing. Es decir, aprender mientras se trabaja desarrollando unas competencias profesionales que en el aula no se tienen, sea por la maquinaria o porque el profesorado no está al tanto de las últimas novedades del mercado", explica
Consolidación en pymes
El siguiente paso, tal y como apunta Manuel Rosillo (Foment del Treball), pasa por traspasar el modelo a empresas de menor tamaño. Si bien ya se realiza formación en este ámbito, se podrían mancomunar servicios para extender el sistema en distintos sectores. En cualquier caso, Rosillo pide seguir explorando las posibilidades de la dual: "La relación escuela-empresa debe continuar, más aún en el ámbito de la industria 4.0".
Si bien Alberto Vila, director del Institut Tecnològic de Barcelona, llama a ser realista sobre su aplicación: "En el sector digital, las empresas tienen muchísimo trabajo y resulta más complicada la incorporción de un estudiante para continuar formándolo". Argumentos a favor y en contra que encuentran en propuestas como la de Basf una guía para otras empresas.