Carlos Blanco es sinónimo de emprendimiento. El fundador del venture builder Nuclio --y de su spinoff Nuclio Digital School, un bootcamp que ha abierto este año su primer centro en Madrid--, así como del fondo Encomenda, se conoce al dedillo los entresijos del ecosistema innovador en España. Por eso propone un conjunto de reformas clave para la futura ley de startups, con la voluntad de apuntalar el sector y aprovechar las potencialidades dejadas por la pandemia del Covid-19.

--Pregunta: La ley de startups sigue atascada pese a los anuncios de su aprobación inminente. ¿Qué elementos debería incluir esta norma?

--Respuesta: En primer lugar, debería definir el concepto de startup, porque mucha gente lo confunde con empresas innovadoras. Una startup es una compañía de base tecnológica creada por emprendedores que pretende tener una alta escalabilidad. Esto significa que una empresa creada por una multinacional, una universidad o una cooperativa no es una startup. Además, la ley debería tener en cuenta su idiosincrasia. Mientras que una pyme que esté dos años en pérdidas entra en quiebra, es normal que una startup se tire de dos a cinco años en negativo para que su crecimiento sea más fuerte cuando encuentre su canal de mercado o modelo de negocio. También debería recoger medidas que ayuden a la atracción del talento. Hoy en día hay una complejidad para atraer talento de diferentes zonas geográficas. Para obtener los visados para que esas personas vengan de forma rápida a España tardas hasta ocho meses. Eso no puede ser.

--También ha puesto el acento sobre el asunto de las stock options [derechos de compraventa de acciones en condiciones favorables por parte de los trabajadores].

--Hace 20 años, Telefónica aprovechó una ley pensada para startups para remunerar a sus directivos. Y lo que hizo el Gobierno fue cargarse la fiscalidad de las stock options por culpa del efecto Villalonga, como se llamó en aquella época. Esto habría que arreglarlo. Como competimos por talento, necesitas remunerarlo como en el resto del mundo. Y en el resto del mundo a las personas de nivel se las remunera con stock options. La ley española te obliga a tributar aunque no ejecutes esas opciones.

--Es verdad que hay una excención de hasta 12.000 euros. Quizá se podría ampliar esta exención.

--Eso es rídiculo. El emprendedor que viene a una startup no lo hace por 12.000 euros. No va por la vía de hacer una exención del importe. No hay que inventar, hay que copiar lo que funciona. Tenemos la ley francesa, alemana e inglesa, que beneficia mucho más a las startups. Cojamos las tres leyes y crucémoslas en sus puntos clave. Si queremos competir contra Alemania, Francia y Londres tendremos que estar en parámetros del mercado. Lo que hace Portugal, que tiene más unicornios que España, es sacar leyes que benefician la creación de empresas. Esto ha provocado que en los últimos cuatro años muchas startups se creen en Lisboa u Oporto.

--¿Otros aspectos fiscales más allá de las stock options?

--La fiscalidad para business angels es diez veces mejor en Francia. Donde aquí te puedes desgravar hasta 8.000 euros, en Francia puedes desgravarte hasta 80.000. La fiscalidad para los gestores de fondos de capital riesgo es muchísimo peor en España que la que tiene cualquier gestor de otro país. Los beneficios de la parte de inversión, que en otros países tributan como beneficios empresariales, aquí se hacen tributar como beneficios del trabajo.

--¿Piensa que habría que simplificar la burocracia para emprendedores? Tenemos el ICO, Red.es, Enisa...

--Eso no es importante ni grave. El emprendedor sabe para qué sirve cada cosa. No me parecen mal los mecanismos que hay ahora, que además están tutelados por gente muy profesional que no han cambiado ni cuando ha cambiado el gobierno. A lo mejor no tiene sentido que dependan de diferentes ministerios, pero lo importante es darles más recursos.

--Pregunta obligada: ¿cómo afectará el Covid-19 al ecosistema de startups?

--Mi opinión es que el Covid ha beneficiado a corto y medio plazo a las startups. Primero porque acelera la digitalización de todas las empresas. Todas las startups B2B que trabajaban con tradicionales sistemas de red internos se han dado cuenta de que deben trabajar en cloud. En segundo lugar, por el crecimiento espectacular del e-commerce. Es verdad que la pandemia ha perjudicado a las startups que tienen que ver con viajes, ocio y movilidad, pero ha beneficiado a logística y a software en la nube. Globalmente la pandemia es una aceleración de tres o cuatro años en la digitalización de las empresas y las personas.

--¿Por qué las startups no escalan en España hasta los 1.000 millones, por qué no tenemos tantos unicornios?

--Hay varias respuestas. En primer lugar es un tema de maduración de mercado. En segundo lugar, al emprendedor español le ha costado creerse que puede liderar otros mercados. Por la calidad de vida en España nos cuesta salir fuera. Hay emprendedores españoles que hasta que no salen fuera cuando no dan el salto en el chip de ambición. En general, tenemos un mercado local suficientemente bueno sin ser grande para que un negocio pueda ser muy rentable. A veces me preguntan: ¿por qué Portugal tiene ocho unicornios y España dos? Porque el mercado portugués es muy pequeño y ese emprendedor portugués desde el principio piensa en Europa, Brasil y otros mercados. Y repito, las leyes están peor que las europeas para montar una startup. A pesar de esto, Barcelona es la tercera ciudad preferida por europeos para hacer su startup. Si tuviéramos una buena fiscalidad y legalidad serían muchos más. Tampoco tenemos fondos supergrandes. El tamaño de los fondos más grandes son de 100 millones, mientras que en Francia, Alemania o Reino Unido hay fondos con 300 o 500 millones.

--¿Cree que el teletrabajo deja en mantillas la idea de un hub tecnológico físico, ubicado en un lugar concreto? Lo digo porque parece que va a terminar con las oficinas y la forma tradicional de organización de las empresas.

--La pandemia ha maximizado el teletrabajo, pero mi conclusión es que el teletrabajo full time es perjudicial. La mayoría de las personas que tienen a su equipo cinco días teletrabajando tienen un redimiento inferior. En una startup en etapa inicial, el equipo debe trabajar junto. Remotamente, el buen rollo es imposible de crearse. Cuando una compañía madura y está más organizada, es más fácil hacer el teletrabajo. La solución ideal es lo híbrido. Con respecto a la deslocalización, las empresas ahora van a aceptar algunos de sus empleados fuera. Puede ocurrir, pero repito que será en compañías más avanzadas. Pero, al final, en determinadas especialidades los mejores profesionales están en Barcelona y en Madrid.

--Durante mucho tiempo se ha dicho que era competitivo que los trabajadores técnicos cobrasen menos en España que en otros países de nuestro entorno. ¿Pero esto puede retrasar también la captación del mejor talento?

--Creo que es un factor competitivo porque mucha gente prefiere trabajar en Barcelona cobrando un poquito menos. En España tenemos una buena combinación de calidad de vida y posibilidad de crear negocios, en especial en las zonas de costa. Cualquier programador listo, si quiere, va a poder teletrabajar para una startup americana cobrando 140.000 dólares. ¿Para qué va a trabajar cobrando 40.000 dólares en España? Por eso lo que hay que hacer son planes de formación para seguir formando a nuevos expertos en big data y márketing online, porque la parte de arriba de la cadena o emprenderá o trabajará para empresas de fuera.

--Respecto a la agenda tecnológica del Ayuntamiento de Barcelona para 2030, usted comentó que era una buena propuesta siempre que su liderazgo pasara por el sector privado. ¿A qué se refería?

--Básicamente han visto lo que ha sido capaz de hacer Barcelona Tech City y ahora muchas Administraciones intentan hacer lo mismo en base a iniciativa pública. Pienso que la iniciativa privada en ecosistema startup tanto en Barcelona como Madrid lo está haciendo muchísimo mejor que la iniciativa pública. Dejando claro que Barcelona Activa en su día fue muy importante para la ciudad. Pero con el último partido que llegó al gobierno local, se cerraron centros de emprendimiento para hacer centros sociales que ahora están destinados para oenegés. La iniciativa pública frenó mucho el emprendimiento hace cuatro o cinco años. Menos mal que la iniciativa privada ha ayudado a que exista en la actualidad.