El clima es optimista, pero nada ilusorio. Las grandes multinacionales alemanas, agrupadas en la Cámara de Comercio Alemana para España, prevén inversiones en los próximos meses y consideran que la demanda, en todos los ámbitos crecerá y permitirá compensar las pérdidas del último año. Sin embargo, y aunque las inversiones se plantean a largo plazo, se reprocha al Govern catalán que aspira a presidir Pere Aragonès, que siga en sus propios asuntos, ensimismado en sus “enredos internos”, provocando que determinados proyectos estén bloqueados o no se les preste a atención necesaria.

La Cámara de Comercio señala, en su barómetro de primavera, que centraliza Berlín para todas las empresas multinacionales alemanas, que la recuperación es ya un hecho en comparación con los últimos meses, con diferencias notables respecto al último año. Persisten, en todo caso, los problemas que se arrastran desde hace ya un largo tiempo, como el alto coste de la energía, o la cierta inseguridad del “marco jurídico”, con proyectos que aparecen y no se concretan como la reforma laboral, la reforma tributaria o, en el caso de Cataluña, la indefinición sobre cómo gobernará el próximo ejecutivo, dejando atrás, definitivamente, el proyecto independentista o volviendo a las andadas.

 

Previsión sobre las plantillas de las empresas multinacionales alemanas (Fuente, Cámara de Comercio de Alemania)

Planes propios para los fondos europeos

La Cámara de Comercio Alemana en España, que agrupa a empresas como Bayer, Basf, T-Systems o Bosch, augura un crecimiento en la segunda parte del año. El número de empresas ha disminudo en España en el último año, pero se señala que se debe a una contabilidad diferente por parte del INE, que agrupa a distintas seccciones de empresas que, en los años anteriores, contaban como compañías independienes.

Las empresas expresan su confianza en que la demanda crecerá y pronostican una estabilización de las plantillas o, incluso, un leve aumento. (Ver gráfico). Pero, como han expresado en otras ocasiones sus principales directivos, el problema es la estabilidad y la seguridad jurídica. Y en España hay algunas sombras en relación a esos factores, por los anuncios continuos que no se concretan sobre algunas reformas, que, además, las reclama la Unión Europea, y que se conectan con los fondos de reconstrucción, los Next Generation.

En ese aspecto, la mayoría de empresas alemanas radicadas en España tienen planes propios para conectar sus proyectos con las peticiones de la Comisión Europea sobre la digitalización y la transición energética. También han puesto en marcha planes de forma conjunta con proveedores y entidades para formar parte de los grandes proyectos que recibirán recursos, principalmente en el campo de la automoción y el coche eléctrico y en cuanto a la digitalización de la administración pública española.

Proyección sobre la economía española (Fuente Cámara de Comercio Alemana) 

¿Qué se puede esperar del Govern catalán?

Pero las consideraciones sobre Cataluña son severas. Ha habido cambios respecto a los últimos años y el Govern de la Generalitat no da signos de que se vuelva a repetir un otoño caliente como en 2017. Sin embargo, las fuentes empresariales alemanas señalan que “los cargos de la dirección del Govern están despistados, enredados en sus asuntos”, que, en este momento, guarda relación con la formación de un nuevo Govern y la investidura del republicano Pere Aragonès. “En según qué ámbitos, las cosas no han mejorado, o están peor”, señala, y se menciona la parálisis en la energía renovable, algo básico para la mayoría de firmas alemanas, que engrosan el sector industrial, todavía con mucho músculo en Alemania.

De hecho, la preocupación por el precio de la energía se ha triplicado respecto a otros barómetros anteriores, además de la preocupación por las cuestiones político-institucionales. (ver último gráfico). Es el tercer elmento de preocupación, y que se ve como un riesgo para el crecimiento en los próximos doce meses, por detrás del ámbito político y económico (reforma laboral e impositiva), y de la posibilidad de que no crezca la demanda.

Expectativas de las empresas multinacionales alemanas (Fuente, Cámara de Comercio de Alemania)

Buena valoración de los ERTE

Los representantes empresariales alemanes repiten una expresión: “No estamos solos”, con la idea de que las empresas buscan los mejores escenarios, en cuanto a costes, regulación y entorno institucional. Y que se trata de una consideración que se debe aplicar en Cataluña y en el conjunto de España. La cuestión, en todo caso, radica en que el sector industrial no se deslocaliza con facilidad y que las inversiones, cuando se realizan, nunca son a corto plazo. Se abordan con ciclos de 25 o 30 años, para amortizar con tiempo esas fuertes inversiones. Pese a todo, el latiguillo es constante: “no estamos solos”, en referencia a la fuerte competencia mundial, que podría incrementarse tras la pandemia, con planes de atracción inversora por parte de la mayoría de estados.

Los directivos de las empresas alemanas en España tienen una ventaja. Saben lo que ocurre con detalle en el país, pero también reciben la información y las preguntas de la casa madre. Y en Alemania esas matrices, de las grandes multinacionales, reclamaron a sus directivos si había planes claros para los trabajadores que iban a perder sus trabajos con la pandemia. En ese sentido, la valoración de las empresas alemanas ‘españolas’ es buena respecto a los ERTE que aplicó el Gobierno, tras los acuerdos entre empresarios y sindicatos. Y esa información la conoció de primera mano el Gobierno alemán de Angela Merkel a través de sus propias multinacionales, dando crédito al Ejecutivo español.

Los riegos en los próximos 12 meses (Fuente Cámara de Comercio de Alemania) 

Preparados para la mayor demanda

Otra cosa han sido las ayudas directas a las empresas. Las empresas alemanas valoran los ERTE, pero reprochan que las ayudas llegaran tarde y siempre como créditos y no como ayudas directas como sí ha ocurrido en Alemania en sectores como la restauración. Esa es la diferencia.

Todo dependerá ahora del crecimiento de la demanda. “Es evidente que se ve la salida al final del túnel, pero también debemos decir que estamos en el túnel”, recuerdan los directivos alemanes, que muestran, pese a todo, un mayor optimismo que los propios empresarios españoles.