Grupo Iglesias evita la liquidación y peleará por su continuidad

Así lo explican desde Convenia Concursal, que ha aclarado que la compañía de restauración barcelonesa "no ha pedido la liquidación, presentando un concurso de continuidad, por lo que se desprende que intentarán llegar a un acuerdo con los acreedores de su deuda, en forma de convenio u otra análoga". 

El grupo empresarial de la restauración buscará un pacto con los acreedores / CG

Examen en marcha

El custodio de los libros de Grupo Iglesias, icónico en la hostelería local, ha avisado de que la firma "procederá ahora al análisis de la documentación para cerciorarse de cuál es el estado contable de la sociedad". Por el momento, el administrador no se atreve a aventurar escenarios de futuro salvo por el hecho de que los cargos registrales del grupo "han manifestado su voluntad de continuar su actividad". 

Rías de Galicia, el primer restaurante de Grupo Iglesias en Barcellona / GI

¿Qué es lo siguiente, pues, para la firma que pilotan los tres hermanos Iglesias? "Se comunicará el concurso --que ya está publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), como avanzó Metrópoli Abierta-- a los acreedores, que tienen un mes para hacer su comunicación de crédito", ha explicado la misma fuente. "A partir de estas notificaciones y del informe que elaboremos se dilucidará si la sociedad puede continuar", ha agregado el tutelado por el juez. 

Intermediarios: "Un concurso puede ser una defensa"

Desde Convenia recuerdan que el concurso de Grupo Iglesias "es otro de los que tienen vinculados a la restauración, uno de los sectores más afectados por la crisis económica" derivada de la pandemia del coronavirus. No obstante, este procedimiento de vigilancia judicial podría no significar el fin de una firma que lleva más de tres décadas operando en Barcelona. 

Lo explica a este medio Gerard Marcet, socio fundador de la consultora inmobiliaria Laborde Marcet. "Un concurso puede ser una medida defensiva para proteger el patrimonio y encauzar la deuda. No significa la destrucción absoluta del negocio", subraya el directivo. Quizá por ello, las operaciones de traspaso y compraventa de locales comerciales no se han disparado. "Las transacciones que hay tienen un marcado perfil oportunista", avisa el experto. 

"El interés es a un año vista"

Marcet recuerda que "se están cerrando operaciones, pero no con la alegría de antes". Según el ejecutivo de la intermediación, "hay casos como locales situados en la ronda Universitat que se los han quedado sin traspaso, lo que antes de la pandemia del Covid-19 sería impensable". El profesional concluye que si un operador tiene liquidez, "puede quedarse un espacio comercial un 30% más barato que antes, con todo montado. Y sabe que ahora perderá dinero, pero de aquí a un año --cuando la economía haya despegado-- tendrá un chollo". 

Imagen de un local comercial intermediado por Laborde Marcet / CG

¿Y los propietarios, por cuanto Grupo Iglesias son también dueños de algunos de sus locales? "Desde el punto de vista del propietario, tienes una dicotomía, porque si bien lo tienes que alquilar a un tercio menos del precio, al menos lo tendrás arrendado y te generará facturación", ilustra. Es por ello que los intercambios son "oportunistas". Todo ello con una tesis previa. "Hay mucho dinero en el mercado", enfatiza Marcet. 

Preocupación en el sector

Este es el contexto. Por lo pronto, Grupo Iglesias ha presentado concurso y ha disuelto su alianza con Albert Adrià, con lo que Barcelona está a punto de perder tres restaurantes con estrella Michelin --Pakta, Tickets y Hoja Santa--, además de un cuarto establecimiento de nivel, Bodega 1900. El descalabro del grupo El Barri, una joint venture de los Iglesias con Adrià, ha sumido al sector en el pesimismo. El gremio ya ha alertado de la "despatrimonialización" en Barcelona. 

De hecho, los tres locales premiados por la guía francesa son los primeros de su categoría que caen por las restricciones contra el Covid-19. Antes habían cerrado otros bufés icónicos, pero no estrellados, como Senyor Parellada --que reabrirá como gastrohotel--, Cal Pinxo y Casa Carmen. En este escenario, parte del sector teme que lleguen fondos de inversión y se queden con los locales, aunque algunos vehículos se ofrecen como alternativa para ampliar capital y asegurar la continuidad en un momento crítico para la industria.