Orange abre un conflicto judicial contra Fira 2000 y el Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) por la ampliación del recinto ferial de Gran Via. La operadora de telefonía ha recurrido ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) la modificación del plan general metropolitano de la ciudad que afecta a unas instalaciones que posee en el polígono de La Pedrosa.
La reconversión del espacio ubicado entre las calles de les Ciències, Salvador Espriu, José Agustín Goytisolo y la avenida Joan Carles I --donde se encuentra la nave industrial de Orange-- fue ratificada por el pleno municipal con el apoyo de todas las fuerzas municipales con excepción de la unión local entre Podemos y los comunes. Anteriormente, la multinacional francesa ya había planteado un recurso potestativo que fue inadmitido por el consistorio en junio por falta de fundamento.
Origen de la disputa
Según fuentes conocedoras del caso, Orange habría intentado elevar el valor de la nave en un proceso que, eventualmente, culminará con la expropiación de algunos inmuebles sobre el terreno (como un edificio ocupado ahora por la empresa Porcelanosa). "Pese a que la compañía llevaba tiempo buscando otra localización más espaciosa, aprovecharon la coyuntura para pedir una revalorización", señalan.
El origen de la disputa, según estos interlocutores, sería el intento fracasado de la tecnológica por tasar al alza el inmueble en el marco de esta operación urbanística. Estaría en desacuerdo con la valoración inicial del inmueble que se deberá derribar para ampliar el segundo recinto ferial de Barcelona.
Orange: "Una solución pactada"
Por su parte, la operadora defiende que la remodelación urbanística afecta a "uno de los nodos más importantes de Orange en Cataluña". "Por ello, hemos planteado ese recurso con el que buscamos llegar a una solución pactada y satisfactoria para ambas partes", continúa.
La petición de la compañía es que el plan de ampliación tenga un "impacto mínimo en su red". La marca es consciente del calado de la iniciativa --"necesaria para celebrar allí futuras ediciones del MWC"--, pero pide turno para expresar su posición sobre la operación urbanística.
Proyecto ambicioso
La modificación del plan urbanístico de L'Hospitalet supondrá la extensión de la superficie expositiva hasta los 300.000 metros cuadrados, frente a los 240.000 actuales. Junto al complejo diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito, se levantará un edificio de dos plantas de 60.000 metros cuadrados, otra edificación para oficinas y servicios, y se conectará el pabellón 1 y el hall Europa mediante un paso elevado.
Para llevar adelante el proyecto se constituyó la sociedad Fira 2000, participada por las Administraciones locales, metropolitanas y autonómicas, así como por la Cámara de Comercio de Barcelona. La corporación recurrirá a un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar parte de los 350 millones de euros presupuestados. El objetivo de la entidad pasa por culminar las obras en 2029, coincidiendo con el centenario de de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.