El Gobierno alimenta aún más las dudas sobre el futuro de la opa parcial lanzada sobre Naturgy por el fondo IFM, que debe ser autorizada en último término por el Ejecutivo. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha instado a que Moncloa se reserve “un cierto control de aquello que es estratégico”, en referencia a la operación.

En una entrevista concedida a Ser Catalunya, Ábalos ha negado que el Gobierno promueva la intervención pero, al mismo tiempo, no ha ocultado que actuará en aras a “preservar la españolidad” de empresas que operan en sectores como el energético.

Reticencias

El ministro se ha manifestado en contra de los procesos de privatización “si no están acompañados de esa observancia”, en relación al mencionado control.

Nada más conocerse el primer anuncio de la oferta, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, señaló que el Ejecutivo tendría que estudiar de forma minuciosa la operación, que aún no ha sido presentada formalmente al Ejecutivo, aunque toda la documentación sí ha sido remitida por parte de IFM a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Incertidumbre en el mercado

Por su parte, Unidas Podemos, que forma parte de la coalición de Gobierno junto al PSOE, mostró desde el primer momento su rechazo al señalar que los objetivos de un fondo de inversión extranjero no suelen ir en consonancia con el interés general.

Los primeros debates informales en Moncloa han puesto de manifiesto la división en el seno del Ejecutivo sobre la conveniencia de dar luz verde a la operación, algo que ya ha calado en los mercados, como prueba el errático comportamiento de las acciones de Naturgy en bolsa, pese a la existencia de la oferta y a que incluso los trámites por parte de IFM avanzan con celeridad.

Sánchez, cercano al 'no'

De hecho, los títulos de la compañía energética vuelven a mostrar un tono negativo este miércoles y muestran retrocesos en torno al medio punto porcentual, en línea con el registrado por el Ibex 35. Las palabras de Ábalos tienen un peso considerable, dado que a su condición de ministro de Transportes une la de secretario de organización del PSOE y persona muy próxima al líder del partido, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Precisamente, las informaciones que llegan hasta los inversores hablan de que el entorno más cercano a Sánchez es partidario de vetar la opa, junto con la facción de Unidas Podemos; por el contrario, la parte económica, liderada por la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, está por la labor de dar luz verde a la operación.