Máxima preocupación en CCOO por la incertidumbre electoral en Cataluña. De confirmarse el aplazamiento de las elecciones autonómicas previstas el próximo 14 de febrero, el sindicato alerta de las graves consecuencias económicas que sufrirán las empresas y trabajadores. La organización se muestra cauta a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) resuelva los tres recursos planteados contra el traslado de la fecha electoral hasta el 30 de mayo, pero también denuncia con contundencia las maniobras del Ejecutivo catalán para posponer la cita con las urnas.
"El aplazamiento propuesto por el Govern en clave de suspensión no ha sido para nosotros una buena noticia. Nos cuenta entender el retraso del ejercicio de un derecho fundamental como es el sufragio en el mismo momento en que se desarrollan distintos ámbitos de socialización para la ciudadanía", ha declarado el secretario general de CCOO en Cataluña, Javier Pacheco. A preguntas de Crónica Global, el líder sindical ha justificado la ampliación de las restricciones "por el pico de los contagios al que estamos llegando en Cataluña". Sin embargo, ha destacado que "cuesta entender que se puedan hacer muchas cosas a nivel social pero no ir a votar".
5.000 millones adicionales
En este contexto, CCOO exige a la Generalitat que aproveche la suspensión de la regla de gasto de las Administraciones públicas para ampliar las inyecciones de dinero público en una situación de crisis. El sindicato plantea incrementar el déficit de la institución autonómica un 2,2%, lo cual supondría una inyección de 5.000 millones sobre los presupuestos catalanes, actualmente prorrogados. En 2020, la Generalitat asumió un déficit de solo el 0,8%, al contrario de lo que hicieron otras regiones como la Comunidad Valenciana (1,6%), País Vasco (2%) o Navarra (2,2%).
En parte, estos recursos deberían utilizarse para apuntalar el Estado del Bienestar. "Necesitamos correcciones estructurales del gasto público. Educación tiene un déficit de cerca de 1.800 millones de euros, mientras que nuestro sistema de salud necesita 2.000 millones adicionales si se lo compara con la media de los países de nuestro entorno", ha explicado Pacheco. Si la comunidad sacara el máximo rendimiento de la flexibilización aprobada por el Gobierno, se podrían impulsar importantes programas de financiación para corregir estas carencias.
Rescate social
CCOO reclama al Govern que emplee estos fondos extra en un paquete de ayudas para las empresas y trabajadores que han sufrido el impacto económico del coronavirus. En primer lugar, la organización exige un refuerzo de las ayudas directas para los sectores más afectados, como el turismo, la restauración y el ocio nocturno. Además, pide compensaciones para los empleados inmersos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) o cuyas pérdida salariales los hayan situado por debajo del umbral del salario mínimo interprofesional. El sindicato también incide en los programas de formación, sobre todo para las personas en ERTE o con paro de larga duración.
Por último, reclama transferencias a fondo perdido para los autónomos que hayan cesado su actividad, los inmigrantes sin regularizar y las familias con menores en aislamiento, especialmente en el caso de las familias monoparentales. Este plan de rescate social, paralelo al que han presentado las patronales Foment y Pimec, serviría para paliar la difícil coyuntura de los 497.611 parados que viven en la comunidad y los 172.735 trabajadores que todavían están afectados por un ERTE. La organización no ha cuantificado cómo podrían repartirse exactamente los recursos adicionales para cada una de estas partidas, aunque confía en que la Generalitat recoja el guante de su propuesta.
Movilizaciones en febrero
Pacheco reconoce que la indefinición de la fecha electoral y el conflicto interno en el seno del Govern complican la capacidad de gestión de la autonomía: "Tenemos un Govern sobradamente peleado entre sus socios de coalición y una carrera política que puede llegar a alargarse cinco meses más tras las elecciones. Es un tiro al pie para cualquier Administración pública que deba afrontar una situación de crisis".
Por eso, CCOO ha adelantado que a partir de febrero se inciará un calendario de movilizaciones para concienciar a la población de la gravedad de la situación. El secretario también ha lanzado una advertencia sobre la beligerancia que mostrará el sindicato en las mesas de concertación social: "No haremos del diálogo social un trámite administrativo. Le daremos un carácter sindical para que se cumplan todas las necesidades que tiene la clase trabajadora de Cataluña".