La justicia ha regulado las huelgas de vigilantes de seguridad por primera vez en Cataluña. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha avalado un protocolo pionero para las protestas laborales en el ámbito de la seguridad privada. El marco encauzará las movilizaciones e impedirá paros salvajes como el protagonizado por el personal de Eulen en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat en 2017.
En una sentencia de 17 de diciembre a la que ha accedido este medio, la sala social del TSJC homologa un pacto alcanzado entre el sindicato ADN Sindical, mayoritario en el sector de la seguridad privada, y Prosegur. La entente regula una convocatoria de huelga en el gigante de la seguridad del 1 de julio de 2020, pero, más importante, es de aplicación en las protestas laborales posteriores en otras empresas de la misma industria.
Servicios mínimos, comité de huelga y diálogo
La entente firmada por ADN Sindical y Prosegur sienta las bases para que las protestas del personal de seguridad privada discurran por los cauces establecidos por la normativa vigente. Regula los servicios mínimos dictados por la autoridad laboral, que deberán cumplirse sin tretas por ninguna parte, establece la figura del comité de huelga y fija las condiciones para el diálogo entre las partes.
Según el pacto alcanzado en Prosegur, que ahora será de aplicación para el resto de empresas de Cataluña, huelguistas y empresa deben reunirse de forma quincenal y levantar acta de los encuentros. La compañía no podrá realizar contrataciones paralelas para reventar la protesta. Ambas partes quedan atadas a las resoluciones del Tribunal Laboral de Cataluña (TLC), cuyas órdenes serán vinculantes.
Huelga en Prosegur... y en El Prat
El compromiso alcanzado por la parte social y la empresarial hace referencia directa a la protesta que convocaron ADN Sindical y STS-C el 1 de julio de 2020, en plena reapertura tras la primera ola de la pandemia. La movilización perseguía la firma de un convenio propio para Cataluña que mejorase las condiciones de los profesionales del sector.
No obstante, la resolución del TSJC impedirá también que se sucedan protestas salvajes como la que estalló en los controles de seguridad del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat en verano de 2017, y que provocó aglomeraciones en el hub aéreo. Finalmente, el pulso entre huelguistas y Eulen terminó con un laudo que liquidó el conflicto. En 2019 los trabajadores convocaron una nueva ronda de paros, sin éxito.