Los trabajadores del juego exigen al Govern la reapertura de bingos y casinos

El Col·lectiu Català de Treballadors del Joc (CCTJ) ha iniciado este sábado una campaña en la que denuncian la "discriminación" a la que consideran que les somete la Generalitat al mantener cerrados bingos, casinos y salones de juego, como parte de las medidas para combatir la pandemia del coronavirus.

Bajo el lema No es un juego, los empleados del sector aseguran que sus centros de trabajo "son espacios seguros, libres de Covid" y exigen al ejecutivo autonómico su reapertura inmediata porque se están poniendo en riesgo 8.000 puestos de trabajo.

Equiparación con otros sectores

El portavoz de CCTJ, Víctor Duce, ha destacado que son "la única actividad diurna urbana que permanece cerrada sin justificación sanitaria ni económica alguna".

Por ello, reivindican que el sector se equipare al resto de actividades, como centros comerciales, gimnasios, teatros, cines o los propios locales de juego público, entre otros y piden a la Generalitat que, bajo una presunta prevención frente al virus, “no se tomen decisiones arbitrarias y discriminatorias basadas en prejuicios hacia el sector”.

Sin ayudas

Los trabajadores del juego lamentan que la Generalitat no haya querido reunirse con ellos. “No pedimos privilegios, sólo ser tratados como el resto de actividades comerciales y económicas, nos va en ello nuestro trabajo y futuro personal”, ha señalado Duce, que ha recordado que “el 90% de trabajadores sólo han recibido la prestación del SEPE correspondiente a 15 días de octubre y ninguna más desde entonces".

"Incluso hay casos aún más extremos de personas que no reciben ninguna prestación desde junio. Estamos hablando de casos reales y la Generalitat es completamente inmune a la situación de las personas que trabajamos en este sector", añade.

Apoyo sindical y patronal

Los trabajadores del sector del juego han conseguido el apoyo de UGT y CCOO y de las patronales Foment de Treball y CECOT que esta semana han hecho público un manifiesto conjunto pidiendo al vicepresidente Pere Aragonès “que incluya al sector del juego privado en la agenda de desescalada, equiparándolo con el resto del comercio, permitiendo así reiniciar una actividad legal que genera puestos de trabajo directos e indirectos y que contribuye a la creación de riqueza social vía impuestos”.