¿Es algo viejo o es lo más novedoso del mundo? El empresariado catalán no tiene dudas: da igual cómo se pueda calificar el proyecto que representa ahora Ximo Puig, el presidente de la Comunitat Valenciana, pero es el que debe imperar, “el único posible”. Un mensaje que resonó una y otra vez en el auditorio del Círculo de Economía. Una apuesta que sí podría tener un nombre: convergente, el de siempre, el que se defiende ahora en Valencia --aunque desde la misma familia en el gobierno valenciano y en la Moncloa: la socialista--, cuando prácticamente ha desaparecido ya en Cataluña. Si bien tiene pretendientes como ERC o el PDECat para hacerse con el espíritu de un modo de hacer política: acordar y buscar avances.
Ximo Puig defendió este martes en el Círculo una nueva etapa que esté presidida por el diálogo y la voluntad de tender “puentes”, lejos ya del enfrentamiento que ha imperado en Cataluña contra el Estado desde el inicio del proceso independentista. Puig mostró, ante la atenta mirada de su presidente, Javier Faus, y el de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, junto a otros prohombres del mundo empresarial, que la solución es posible y que debe pasar por los representantes económicos, por negociar, pactar y sellar acuerdos en distintos ámbitos.
Suprimir Patrimonio
Uno de ellos debe abordar la cuestión fiscal. Puig, que en Valencia cuenta con la complicidad de un empresario de referencia como Juan Roig, reclama una reforma fiscal que lleve a reconsiderar el papel de Madrid para que no concentre todo el poder político y económico de España. Convertido en adalid por esa cuestión al criticar los “abusos de los efectos de capitalidad”, un mensaje que lanzaba hace unos años el nacionalismo catalán hasta que decidió mutarse en independentismo, Puig aboga por reformas claras. En las conversaciones con el empresariado catalán su idea aparece una y otra vez: el impuesto de Patrimonio “no tiene sentido”, y si se quiere una armonización fiscal, un proceso que también vive la Unión Europea --aunque lento y con muchas contradicciones-- se deberá reformar Sucesiones y Donaciones, además del de Patrimonio. Un impuesto que no existe en la mayoría de países europeos y que en la Comunidad de Madrid se ha anulado por completo.
Ese mensaje gusta en Cataluña, pero nadie lo defiende con claridad. El empuje llega desde Valencia y los empresarios catalanes lo abrazan, para constatar que el partido que puede gobernar la Generalitat, ERC, no acaba de entender que para salir del pozo, para rehacer la economía catalana, se deberá contar con la gran empresa, con el tejido económico, con el mundo financiero. Y también se deberá replantear la fiscalidad, sin prejuicios ni ideas preconcebidas. Puig lo tiene claro en Valencia, y ofrece ese apoyo al empresariado valenciano para ir de la mano a Madrid y reivindicar políticas propias, pero que “son también en interés del conjunto de España”. Como por ejemplo el Corredor Mediterráneo y un nuevo modelo de financiación autonómica.
Valencia "necesita" a Cataluña
¿Con qué instrumentos, en qué foros se puede replantear el equilibrio territorial y económico en España? Ese fue el planteamiento de Antón Costas, expresidente del Círculo de Economía, a Ximo Puig. Y el presidente valenciano lo explicitó: “en todos los tableros Cataluña debería estar presente”. En concreto, en la Conferencia de Presidentes que, tras ser utilizada cada semana en los últimos meses por el presidente Pedro Sánchez con todos los responsables autonómicos, puede ser ahora el campo de juego más idóneo.
Sin embargo, los responsables del gobierno catalán, hasta ahora, no han querido saber nada. Desde 2014, ningún consejero de Economía de la Generalitat ha estado presente en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Tras muchos años, en los que Cataluña siempre lideró el debate para generar los distintos modelos de financiación autonómica, ahora no hay ninguna propuesta. Y eso lo pagan comunidades como Valencia, sin el peso específico de Cataluña. “Valencia necesita a Cataluña, necesita que lidere esas cuestiones”, señaló Puig. El presidente valenciano se reunió, horas después, con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Los dos constataron sus diferencias, pero también mostraron sus inquietudes comunes para que Madrid no concentre tanto poder económico y lo facilite, además, con rebajas fiscales. En un comunicado conjunto, Puig y Aragonès señalaron que esa estrategia de Madrid perjudica al resto de comunidades.
La palanca de los fondos europeos
Lo que se ha establecido, en todo caso, es una manera de hacer convergente, aunque con variaciones. Puig reclamó una y otra vez la “cooperación territorial” y el diálogo, y señaló que el independentismo no tiene mucho más recorrido. Cuanto antes se rectifique, mejor. Ese fue su mensaje para el empresariado catalán y para ERC que, pese a tomar riesgos ante su electorado con decisiones comprometidas --la aprobación de los presupuestos de Pedro Sánchez-- se puede ver arrastrada por los cantos de sirena de Junts per Catalunya.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, estaba presente en el auditorio. Sus advertencias han calado también en el empresariado catalán, tras señalar que no sólo es Madrid la que ha pasado a Cataluña, por su mayor dinamismo económico --amén de las ventajas fiscales o de su política impositiva-- sino que Valencia iba detrás con mucha fuerza. Esa idea de que Cataluña puede entrar en decadencia, si no lo está ya debido a muchos factores, pero entre ellos por el proceso independentista, se ha interiorizado. Y lo único que se tiene a mano es la “vía valenciana” y aprovechar la palanca del Gobierno de Pedro Sánchez y de los fondos europeos, que provocarán una carrera por obtenerlos.
El papel central del Círculo de Economía
La intervención de Ximo Puig en el Círculo de Economía se enmarca dentro de un ciclo que ha organizado el lobi empresarial con el objeto de encontrar salidas políticas y económicas para el conjunto de España. Con el título de España en el contexto geopolítico de la post-pandemia, la institución que preside Faus abordará los nudos del Estado en el ámbito institucional, económico y territorial, con la participación, entre otros, del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno --nacido en Barcelona--, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, o el exministro de Exteriores Josep Piqué.
El Círculo de Economía quiere ocupar un espacio central para abrir un nuevo periodo en España marcado por un cambio en el modelo económico, en el modelo territorial --con apuesta por la España periférica-- y en el institucional. La idea, como apuntó este martes Ximo Puig, es que “así no se puede continuar”.