Primera sentencia en contra de los intereses de QRenta. El Juzgado de Primera Instancia número 25 de Barcelona ha decretado que la agencia de valores debe devolver 387.069 euros más los intereses de demora a un matrimonio de septuagenarios. Cifra que se eleva a los 400.000 euros.
Esta es la cantidad que la pareja confió al grupo pilotado por Jordi Martí Taulé y David Albacete Sánchez para que invirtieran de forma conservadora, un perfil que no se respetó. Es más, según el juez que ha instruido el caso, está probado que los gestores usaron estos fondos para financiar a empresas del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) en las que tenían intereses económicos.
Gestión sin ética
Grupos como Home Meal Replacement (Nostrum), Euroconsult e Inkemia, entre otros. Firmas que QRenta había asesorado para dar el salto en el parqué y en las que se reservaba sillas en los consejos de administración, de forma que podía pilotar su trayectoria. Justo lo contrario de lo que sería una gestión ética del dinero de sus clientes.
El juez señala en su auto, que se publicó el pasado 10 de noviembre, que QRenta contrató productos del MAB “de riesgo muy elevado y de gran complejidad” que no respetaban el mandato de inversión. Los demandantes fijaron en el 20% el límite de entradas de capital con este perfil en su test de idoneidad, cuando se llegó en algún momento al 53,6%. Todo ello, sin informarles de forma correcta.
Conflicto de intereses
Además, reconoce de forma explícita el conflicto de intereses de la firma de inversión. La sentencia cita varios informes de la Unidad de Vigilancia de Mercado de la CNMV en que se reconoce la “manipulación de la cotización de los valores en perjuicio de sus clientes” y en que se afirma que QRenta se “aprovechó de su condición de colocadora de productos en el mercado” y de su “relación directa con algunas empresas del MAB”.
Concluye que la agencia de valores “lesionaba de forma evidente los intereses de sus clientes” porque “controlaba la gran parte de la operativa de estos valores en el mercado”. Asegura que resulta “evidente” que la firma de Taulé y Albacete “mantenía de forma artificial la demanda, la oferta y la liquidez, haciendo creer a los clientes que se podían deshacer de estas posiciones”.
Estafa instruida en la Audiencia Nacional
Esta resolución parte de una denuncia de Asufin, despacho que representa a un grupo de 19 inversores que han presentado demandas de forma individual. Es la primera causa en la que se reconoce la mala praxis de QRenta y se obliga a reembolsar el dinero a sus clientes, pero no la única que está activa en los tribunales.
De hecho, la estafa piramidal que se describe en la sentencia publicada este noviembre ha llegado incluso a la Audiencia Nacional a raíz de los informes periciales que se realizaron en la causa abierta por lo penal que impulsan el bufete CHR Legal y la letrada María Jesús Hernández Elvira. En ellos, se encontraron indicios consolidados de que la agencia de valores y sus directivos habían manipulado el MAB a favor de sus intereses.
100 millones de euros
Se cifró en hasta 100 millones de euros la estafa en la que se incurrió por administración desleal. En esta causa se han añadido varios clientes del bufete Iuris Factor, que también defiende a pequeños inversores por la vía de lo civil.
Los responsables de QRenta declararon el concurso voluntario de acreedores en la Navidad pasada. La sede de la agencia, situada en la avenida Diagonal de Barcelona, está embargada y la cúpula debe hacer frente a un corolario de causas en que se les piden responsabilidades tanto económicas como personales.