El Gobierno catalán ha tenido en cuenta las propuestas del consejero de Empresa, Ramón Tremosa (JxCat), y ha decidido abrir un poco la mano con las medidas para frenar el avance del coronavirus que afectan a la restauración. En la revisión del plan catalán anti-Covid que ha tenido lugar en el consejo ejecutivo de este martes se ha estudiado relajar el cerrojazo que se aprobó el 16 de octubre. Con todo, se plantea un veto a la movilidad en el puente de la Constitución. La portavoz del Govern Meritxell Budó ha asegurado que en menos de 24 horas se conocerán los detalles definitivos del plan de desescalada en varias fases que prepara la Generalitat.
Los responsables del Plan Territorial de Protección Civil de Cataluña (Procicat) han pedido que se mantenga el cierre perimetral de los municipios catalanes de viernes a lunes hasta como mínimo el próximo 8 de diciembre. Como mucho se plantea ampliar las restricciones a la comarca de residencia. De esta forma se garantiza que nadie podrá salir de su población de residencia durante los tres días festivos y se evite repetir concentraciones en segundas residencias. Además, las reuniones sociales tampoco podrán superar las seis personas.
Rechazo de las patronales
En cuanto a la restauración, el Ejecutivo catalán baraja que se puedan ocupar el 30% del espacio disponible en las terrazas y otro 30% en el interior de los locales. Eso sí, solo si se puede comprobar que el circuito de ventilación funciona de forma correcta.
Como también se prolonga el toque de queda, se plantea que continúe hasta Navidad, no se podrán realizar servicios de cena. Se apunta a que solo se podrá trabajar de las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde, por lo que se limita la oferta a los desayunos y las comidas. Es decir, se acepta el grueso de la iniciativa de la consejería de Empresa que ya rechazó el sector.
Los empresarios advirtieron que les dejan sin el servicio en el que realizan la mayoría de la caja. También avisaron de que no podrán desafectar a los trabajadores que siguen en un expediente de regulación de temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor, ya que sin la facturación de las cenas no pueden mantener la plantilla. Se prevé que muchos locales mantengan la persiana bajada o con los trabajadores mínimos. El impacto laboral de la medida será aún limitado.
Equipamientos deportivos y cultura
La iniciativa del Procicat sí que supone un cambio para los sectores del deporte y de la cultura. El Govern ha avalado una de las demandas más repetidas desde el inicio de la segunda ola de coronavirus: que se permitan las actividades deportivas al aire libre, ya que no son foco de contagio. Los equipamientos abiertos podrán reabrir con un aforo del 50%. Falta definir la fecha exacta y si se llegará también a ello por fases.
La misma cifra que se ha impuesto para los cines, teatros, museos y salas de concierto. Podrán retomar su programación habitual, aunque con limitación de asistentes. No se podrán congregar más de 600 personas y siempre que esta cifre implique que la capacidad máxima del espacio es también del 50%. El público siempre deberá estar sentado y las medidas de higiénicas y de seguridad deberán cumplirse a rajatabla.
Situación del Covid-19
Budó ha advertido de que la situación epidemiológica aún está lejos de ser óptima. El riesgo de rebrote consolida su tendencia a la baja y este martes se ha situado en 405 puntos, una cifra que aún está lejos de la barrera de los 100. Es a partir de este dato cuando se considera que la situación no es grave. La velocidad de propagación (Rt) aún está en 0,76.
El coronavirus ya ha dejado 15.200 muertos en Cataluña desde el inicio de la pandemia, y aún hay 2.485 hospitalizados, 596 de ellos en las UCI. La situación aún es grave en la comunidad.