Grupo Tragaluz, Catwalk y Moncho's han unido sus fuerzas contra el pelotazo del Hotel Arts en Barcelona. Las tres empresas se han aliado entre ellas y con Inmuebles Marina Village para impugnar la subasta en la que Archer Capital, dueño del cinco estrellas, se quedó con la mayoría del Frente Marítimo de la Ciudad Condal por 76 millones de euros.
Así lo consigna el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) en un anuncio publicado esta semana, confirmando así una información avanzada por Crónica Global en octubre. En aquel momento, fuentes cercanas al proceso de venta pública de activos alertaron de presuntas "irregularidades" en la enajenación, por lo que señalaron que la llevarían a los tribunales.
El TSJC decidirá
Han cumplido. Las sociedades mercantiles que operan el restaurante Bestial --situado frente al Hotel Arts-- de Grupo Tragaluz, el cenador mediterráneo Moncho's y la discoteca Catwalk, ubicados en el centro comercial Marina Village, se han unido con Inmuebles Marina Village SL, subarrendatario del complejo de shopping, para impugnar la subasta.
Su escrito de queja ha recalado en la sección quinta de la Sala de Lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que ahora decidirá sobre la legalidad del proceso. Cabe recordar que el Hotel Arts reventó la venta pública pujando muy por encima de los actuales operadores del lugar, por lo que salvo sorpresa, los expulsará del lugar.
Construcción de una marina 'pija'
Las intenciones de Archer Capital, fondo propietario del cinco estrellas barcelonés, son la de construir una marina de alto nivel en la que exista oferta comercial y de gastronomía, aunque reservada al público premium. Asimismo, el vehículo inversor prevé ampliar el Casino de Barcelona, tal y como informó este medio.
Los actuales operadores del lugar se oponen. Recuerdan que llevan años en la zona y que dependen de ellos "cientos de puestos de trabajo". Si la subasta se da por válida y el Arts se queda con los locales, sus negocios irían fuera y los empleados, también, pues el hotel no tendría la obligación de subrogarlos.