La fusión con Bankia supondrá el punto final a la trayectoria de Jordi Gual en Caixabank. El actual presidente no ejecutivo de la entidad dejará de tener funciones en el banco en el momento en que culmine de forma definitiva la operación, lo que está previsto para el primer trimestre de 2021.
Gual no figura en la composición del consejo de administración de la entidad resultante de la fusión aprobada por los consejos de administración de Caixabank y Bankia el jueves y que se ha dado a conocer a primera hora del viernes. Según ha podido saber Crónica Global de fuentes conocedoras de la negociación, Gual tampoco desempeñará labor alguna al margen del órgano ejecutivo en el nuevo gigante de la banca española.
Sevilla se mantiene
El aún presidente de Caixabank no corre la misma suerte que el actual consejero delegado de Bankia, José Sevilla. El ejecutivo tampoco ocupará ninguna silla en el máximo órgano directivo del nuevo banco, pero sí tendrá un puesto en el comité de dirección. El presidente de Bankia, que también lo será del grupo financiero resultante de la fusión, José Ignacio Goirigolzarri, ha confirmado su nuevo cometido en la rueda de prensa que ha ofrecido en Valencia. El banquero vasco ha comparecido ante los medios junto al que será su consejero delegado, Gonzalo Gortázar. Ha ofrecido todos los detalles de la operación en un encuentro con los medios que ha superado las dos horas.
“Sevilla ha hecho un trabajo enorme en Bankia en estos años y su contribución ha sido decisiva para que la fusión salga adelante”, ha apuntado Goirigolzarri. Por ahora, el cometido concreto de Sevilla en este órgano del nuevo banco “está por definir”.
Balones fuera
A Gortázar le correspondió responder por la suerte que correrá su presidente y no fue ni mucho menos tan explícito. “Estamos en septiembre, nos quedan seis o siete meses por delante hasta que se culmine la fusión y, hasta entonces, Jordi Gual sigue siendo presidente de Caixabank”, ha asegurado, para a continuación señalar que “ya tendrá tiempo de explicar sus planes”.
En cualquier caso, esos planes no pasan por el banco. Gual fue propuesto ante el Banco Central Europeo (BCE) como presidente no ejecutivo de Caixabank hace cuatro años por Isidro Fainé, máximo responsable de la Fundación Bancaria La Caixa, primer accionista de la entidad con una participación del 40%.
Distanciamiento con Fainé
Tras confirmarse las conversaciones con Bankia para la fusión y filtrarse que serían Gortázar y Goirigolzarri los señalados para ocupar los cargos ejecutivos en el nuevo banco, el papel de Gual se reveló como una de las principales incógnitas de la operación.
Y más por el hecho de que los rumores apuntaban a que las relaciones entre Gual y Fainé no pasaban por sus mejores momentos, que dejaban en una situación complicada al primero. Esta circunstancia, según los interlocutores consultados, ha terminado por expulsar a Gual de la ecuación. Con todo, se espera que el que fuera director ejecutivo de planificación estratégica y el servicio de estudios de Caixabank se quede en alguna sociedad del grupo La Caixa. Se prevé que desempeñe nuevas responsabilidades o bien en Criteria o bien en la propia fundación.
Dos tercios de independientes
La fusión entre Caixabank y Bankia dará lugar al primer banco de España por activos, con un volumen conjunto de 650.000 millones de euros. El consejo de administración estará formado por 15 miembros, de los que nueve, cerca de dos tercios, tendrán el carácter de independientes.
En la estructura de capital, la Fundación Bancaria La Caixa será el primer accionista, con un 30%, mientras que el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) contará con cerca de un 16%. Ambos socios dispondrán de representación en el consejo aunque tan sólo habrá tres asientos reservados a dominicales. De ellos, dos serán para la fundación, que serán ocupados por Tomás Muniesa y José Serna, y uno para el FROB, aunque la entidad aún no ha propuesto un nombre para el cargo.