La empresa funeraria que aspiró a copiar Eloi Badia, concejal de Transición Ecológica y Emergencia Climática de Barcelona, está en huelga. La Funeraria Municipal de Madrid vive un conflicto laboral por falta de personal y medios. La movilización tiene lugar en pleno rebrote del virus SARS-CoV-2 en la capital. La protesta en la mayor ciudad española contrasta con la paz social con la que operan los servicios funerarios en Barcelona.
El personal de la Funeraria Municipal está llamado a dejar sus puestos de trabajo hoy, miércoles, 16 de septiembre. La movilización del personal se fundamenta en el descontento por la supuesta escasez de la plantilla, que suma 480 efectivos. El comité de empresa calcula que son necesarias entre 20 y 40 personas más. Asimismo, la parte social alerta de que hay trabajadores que llevan ocho años encadenando contratos temporales, sin que se consolide su posición en la empresa. La representación laboral denuncia también que las morgues improvisadas que abrieron las instituciones durante la primera ola de la pandemia "eran innecesarias" por cuanto los depósitos de la enseña "estaban a menos del 60% de capacidad".
En pleno rebrote
La huelga en la Funeraria Municipal de Madrid tiene lugar cuando la Comunidad está en plena alerta por el repunte de casos de coronavirus y hospitalizaciones por Covid-19, la enfermedad que causa el patógeno. Las autoridades sanitarias notificaron ayer martes, 15 de septiembre, 3.595 nuevos positivos, una cifra similar a la de marzo, mes en el que arrancó la primera ola de la pandemia.
A su vez, la ocupación de las unidades de críticos en los hospitales de la región por pacientes con Covid-19 alcanza el 21%, por 9,5% el pasado 20 de agosto. Estos datos han dado pie a que la Consejería de Sanidad plantee "confinamientos selectivos" en las zonas más castigadas por el microorganismo.
Paz en Barcelona
La delicada situación epidemiológica y la huelga funeraria en Madrid contrastan con la paz social que se respira en Barcelona, donde el líder del sector es Serveis Funeraris de Barcelona, una empresa mixta participada por el ayuntamiento y Mémora. En la capital catalana, fue esta firma la que se encargó de reforzar su almacenamiento de féretros durante el primer gran envite del virus en primavera con un depósito provisional junto al Tanatorio de Collserola. El circuito funerario aguantó y no colapsó como en la capital. Ahora, el ayuntamiento sopesa vender su participación del 15% en la compañía.
Esta colocación la busca el gobierno municipal tras los intentos la pasada legislatura de crear un operador municipal. Fracasó por falta de apoyos políticos. De hecho, el ejecutivo local, y más concretamente el concejal de Transición Ecológica y Emergencia Climática, Eloi Badia, ha puesto la Funeraria Municipal de Madrid como ejemplo del modelo que él desearía en varias ocasiones. Es la empresa que ahora está en huelga.