El conflicto laboral entre Nissan y Acciona Facility va camino de paralizar la planta de automoción en la Zona Franca. El aviso de huelga de la proveedora llega a pocos días del 24 de agosto, fecha prevista entre la multinacional nipona y sus trabajadores para volver a la actividad tras alcanzar un acuerdo para el cierre de las instalaciones en diciembre de 2021.
Fuentes consultadas por Crónica Global reconocen que la normalidad difícilmente podrá reanudarse sin la implicación de la cotizada de los Entrecanales. Los empleados de la empresa auxiliar suministran el material necesario durante las fases de ensamblaje de los vehículos. Sin su participación, el normal funcionamiento de la fábrica podría quedar en jaque.
Acciona presta la logística
Las tareas de Acciona Facility se dividen en dos frentes. Por un lado, la recepción, catalogación y almacenaje de los suministros que llegan a Barcelona desde otros centros de producción ubicados en el extranjero. Los empleados descargan el contenido de los camiones o contenedores intermodales y lo reservan a la espera de que desde las líneas de montaje --actualmente hay activas solo dos, dedicadas a la pick-up Navara y al modelo eléctrico e-NV200-- lleguen los pedidos de material.
En ese momento, otro grupo efectúa el kitting. Es decir, el preparado de todas las piezas requeridas para cada nueva unidad. Estas se introducen en unos carritos que son conducidos a las cadenas de fabricación a través de cintas imantadas, aunque en ocasiones es necesario trasladar con carretillas elevadoras algunos paquetes de mayor dimensión. Desde una tuerca hasta un faro, todos los elementos del automóvil los abastece el equipo de la proveedora.
"Si fallan las subcontratadas, pincharemos"
Ambos contingentes colaboran mano a mano a lo largo de las tres etapas de creación de un coche: carrocería, pintura y acabados. Como señala un representante sindical, la coordinación entre externos e internos es absoluta. "Ambos tenemos el mismo horario dividido en tres turnos y estamos sincronizados totalmente", señalan.
Otro trabajador detalla el proceso entero de fabricación: "Desde que se monta la chapa, pasando por la pintura, esmalte y pulido, hasta terminar en el vestido del coche, que es cuando se le añaden los asientos, ruedas o volante, se necesita la ayuda de Acciona Facility". "Si fallan las subcontratadas, pincharemos", remacha este empleado.
Cruce de acusaciones
Todas las fuentes entrevistadas coinciden en que la ausencia de los trabajadores externos supone un contratiempo en la reactivación de la central. Nissan también comparte esta preocupación, por lo que ha solicitado a Acciona que no dé por concluida la relación contractual y dé marcha atrás en el expediente de regulación de empleo de sus 500 trabajadores de la Zona Franca. "La mejor opción a corto plazo para todos los proveedores es el reinicio de la actividad tras la parada técnica de verano", señala la multinacional en un comunicado.
Por su parte, la filial de Acciona, que rompió su vinculación con la automovilística anunciando un proceso de despido colectivo para toda su plantilla, se siente "una víctima más" del cierre de la compañía. La cotizada de la familia Entrecanales tiende la mano a la firma industrial para buscar una "opción de continuidad" en Zona Franca, si bien denuncia que "por parte de Nissan no se ha ofrecido a sus subcontratistas ninguna solución que pudiera atender a sus problemas y necesidades". Un enroque que condiciona la continuidad del trabajo de unos 20.000 empleos indirectos.